Presos con celular

Los familiares pueden visitar a sus parientes presos apenas una vez por semana en Brasil. Pero hablar, lo hacen diariamente por telefonía móvil. Las mujeres de dos reos miembros de la poderosa banda Primer Comando de la Capital dijeron que los contactos son fáciles y constantes.

"Generalmente, ellos llaman, aparece el número y ya sabemos que es de allá adentro", declaró una mujer de 32 años, que pidió no ser identificada. Otra mujer, de 18 años, tiene la foto de su compañero en la pantalla del celular. "¿Con qué frecuencia hablo con él? Todos los días", dijo. Los teléfonos móviles están vedados en las penitenciarías de Brasil, pero los reos los obtienen con relativa facilidad, incluso en las denominadas de máxima seguridad, y los capos lo aprovechan para dirigir a sus bandas en el exterior. Un preso admitió en una entrevista telefónica con un canal de televisión que algunos guardias les consiguen los aparatos por un precio de 200 a 300 reales (entre 92 y 138 dólares). Los celulares se han convertido en algo "más mortal que las armas" en las cárceles, dijo el jefe policial Godofredo Bittencourt.