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domingo,
14 de
mayo de
2006 |
Para Brasil la integración
energética con Bolivia
peligra por culpa de Chávez
Río de Janeiro. - Los planes brasileños de integración energética con Bolivia y con toda América del Sur han quedado gravemente afectados, según uno de los diplomáticos que trabajó con ahínco por los proyectos de este país para complementarse con el resto del continente. "El sueño acabó", afirmó Rubens Ricupero, uno de los gestores del gasoducto que une a Bolivia y Brasil y uno los más firmes partidarios de la integración sudamericana.
Y las secuelas de los últimos acontecimientos derivados de la nacionalización de la industria del gas natural en Bolivia podrían perjudicar tal vez de manera "irremediable" las relaciones bilaterales, dijo el embajador y ex secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo.
El diplomático fue entrevistado por el diario Folha de Sao Paulo y su visión es compartida por otros expertos y analistas en Brasil. "Para Bolivia, todo esto puede conducir a un desastre económico de graves consecuencias", comentó Norman Gall, del Instituto Fernand Braudel de Economía Mundial, en San Pablo. Gall es considerado un conocedor de asuntos bolivianos, sobre los cuales escribió textos para universidades estadounidenses.
Ricupero dijo que los incidentes de los últimos 10 días, desde la ocupación militar de las instalaciones de Petrobras hasta las flagrantes contradicciones de Morales, unidas al apoyo que le brindó el presidente venezolano Hugo Chávez, también han golpeado el plan de un gasoducto sudamericano.
"El presupuesto de todos esos proyectos es la idea de que somos sudamericanos, somos vecinos, tenemos que tratarnos de una manera especial, en base a la confianza", dijo Ricupero. La confianza, agregó el diplomático, se disipó cuando Chávez empezó a ser hostil con Brasil y funcionarios de Petróleos de Venezuela (PDVSA) participaron en la investigación boliviana de la documentación administrativa de Petrobras en Bolivia.
"Petrobras fue a Bolivia dentro de un proyecto de cooperación que tenía un sentido político", dijo Ricupero, quien criticó la reacción inicial del gobierno brasileño a la nacionalización, cuando el Ejecutivo de Lula reconoció que todo país tiene derecho a la soberanía sobre sus recursos naturales. "Fue en el ejercicio de su propia soberanía que Bolivia firmó acuerdos con Brasil. Soberanía no es una camisa que uno se pone y la abandona en cualquier momento", agregó.
Los conceptos de Ricupero se conocen cuando Morales realizaba esfuerzos para reparar la crisis que generó al afirmar que Petrobras violaba las leyes bolivianas. Luego dijo que consideraba a la empresa como "socia" y que nunca la acusó de contrabandista. La prensa brasileña asegura que el presidente Lula escuchó una y otra vez la grabación de la conferencia de prensa de Morales que desató la crisis.
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