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sábado,
13 de
mayo de
2006 |
Una cuestión de principios
El artista reniega del humor ofensivo y la censura
A Cacho Buenaventura no le gusta hacer chistes sobre política y religión. "No necesito recurrir a esa clase de chistes. No me molesta y creo que sirve mucho que alguien piense diferente, e incluso, aunque yo lo estoy haciendo, creo que no estamos preparados. Seguramente tampoco hago chistes que impliquen una burla hacia alguien en particular. Prefiero hacer cosas en las que me río de mí mismo", indicó.
El humorista y cantante expresó su rotundo desacuerdo con "esa cosa que tiene que ver casi con la violencia directa que ejercen algunos artistas en materia de participación del público, como ponerlos en ridículo, comprometerlos más allá de lo necesario. Yo hablo con la gente porque la gente busca hablar conmigo en los shows. Hay gente que cuando dialogo con ella se muestra aterrada porque alguna sufrió algún atropello en algún otro espectáculo. A veces se suben pibitos al escenario y me tengo que poner a cantarles canciones del Piñón Fijo".
"A veces me han censurado algunos radicales. No porque yo sea peronista -soy radical-, sino por haber tocado a algún amigo de ellos peronista", recordó riendo el cómico cordobés, quien señaló que en esta materia "en este tiempo y a esta edad no sabré lo que quiero, pero sé muy bien que lo que no quiero para mí, no lo quiero definitivamente". Y agregó: "No tomo al que piensa distinto como a un censor. Prefiero pensar que es alguien que sólo piensa diferente. No acepto el autoritarismo bajo ninguna forma".
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