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 miércoles, 10 de mayo de 2006  
Dieron perpetua al caníbal alemán
Es el informático que mutiló y comió a otro hombre en perverso rito sexual pactado

El informático alemán Armin Meiwes, más conocido como el "Caníbal de Rotemburgo", fue condenado ayer a cadena perpetua por haber matado y descuartizado a un hombre y haberse comido gran parte de los órganos.

El juicio en el Tribunal Regional de Francfurt fue el segundo que se celebra contra Meiwes, de 44 años, por el crimen cometido en marzo de 2001 y que ha dado pie a uno de los procesos judiciales más espectaculares de las últimas décadas en Alemania.

Una primera condena de 2003 a ocho años y medio de prisión por homicidio fue anulada por la Corte Federal, al considerar que no se tomaron en cuenta algunos factores que hubieran justificado una condena por asesinato y con ello la cadena perpetua.

El depravado y su presa, un ingeniero berlinés de prácticamente su misma edad, se habían conocido a través de Internet en un foro especializado en canibalismo. Según el condenado, la víctima lo visitó voluntariamente en su casa de Rotemburgo, en el sur del país, dispuesto a ser comido y vivía obsesionado con ser castrado.

Para el tribunal de Francfurt, Meiwes actuó para satisfacer sus deseos sexuales.

En el proceso, dos psiquiatras advirtieron en el condenado una alteración grave, pero consideraron que era completamente imputable por sus actos ya que ésta no afecta ni a su entendimiento ni a su voluntad.

Por ello, los jueces no tuvieron la posibilidad de ordenar su ingreso en un internado psiquiátrico.

La defensa del caníbal pedía que se lo condenara por un delito de asistencia al suicidio, algo similar a la eutanasia, para lo que corresponde una pena máxima de cinco años. Antes de la lectura de la sentencia, los abogados de Meiwes anunciaron que en el caso de producirse una condena por asesinato recurrirían la decisión ante la Corte Federal.


Filmó todo
El juez Klaus Dreschner consideró que Meiwes no disfrutó al matarlo, pero tuvo que hacerlo porque quería "descuartizar y comerse la carne" de su víctima. Según el magistrado, Meiwes era un fetichista de la "carne de hombre joven" y decidió grabar la escena en video para poder refrescar en su memoria los recuerdos de satisfacción sexual.

El juez precisó que Meiwes no va a salir en libertad condicional cuando venza el plazo. Para ello, un estudio legal deberá constatar que no existe el peligro de que el condenado reincida en el crimen. Sin embargo, durante el juicio, Meiwes había asegurado que siente deseos de volver a comer carne humana.

El tribunal rechazó condenar al caníbal por asistencia al suicidio, como exigía la defensa. Según Dreschner, para ello el elemento central tendría que haber sido el deseo de morir de la víctima. Sin embargo, dicha posibilidad quedó anulada en vista de que Meiwes mató al ingeniero para satisfacer sus propios deseos sexuales.

Según el juez, Meiwes se equivoca cuando se defiende afirmando que el canibalismo no está contemplado en el Código Penal. "No está especificado como tal, pero implica una violación de la paz mortuoria, pues al comerse a un ser humano se le equipara a un animal de granja", añadió. (DPA)
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Armin Meiwes sonríe pese a todo.

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