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domingo,
30 de
abril de
2006 |
Y ahora, ¿qué se va a juzgar?
"La Cámara de Casación dice que se tiene que hacer un nuevo juicio, pero no sé qué delito se va a juzgar". Así se expresó el juez federal Otmar Paolucci, integrante del Tribunal Oral Nº1 que votó en disidencia al año pasado y absolvió por el beneficio de la duda a Luraschi. Para el magistrado, al cabo del juicio lo único que quedó probado fue el hallazgo de dos kilos de cocaína en el correo salteño. En esa ciudad "se cortó" el delito, expresó ante este diario.
"La encomienda siguió viaje a Rosario, pero con dos ladrillos comunes. Para mí, no hubo delito. Desde el momento en que el juez de Salta ordenó abrir los paquetes, secuestró el estupefaciente y lo reemplazó por otro elemento, finalizó el accionar ilícito y no puede ser aplicada la figura de la entrega controlada. El posterior redespacho (de los bultos) no constituye actividad ilícita que pueda ser atrapada por la ley de Drogas", sostuvo en su argumento.
Ese fue justamente uno de los puntos que la Cámara de Casación compartió con el voto en disidencia. Los jueces de alzada también echaron un manto de sombras a las escuchas telefónicas realizadas por Drogas de la policía de Santa Fe. "Unas pocas intervenciones no alcanzan para otorgar certeza alguna sobre la intervención de Luraschi en el comercio de cocaína. Los hechos reprochados en su contra merecen ser descalificados por falta de motivación suficiente", escribieron los camaristas Juan Fégoli, Pedro David y Gustavo Mitchell.
Casación también dedicó un párrafo a la valoración que se hizo de las pruebas aportadas por Drogas, "a cuyos funcionarios se les abrió una causa por incumplimiento de los deberes".
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