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domingo,
30 de
abril de
2006 |
Mariano Martínez revela cómo es ser un aventurero en "Alma pirata", de Telefé
"Todos tenemos un justiciero adentro
y nos ponemos locos ante una injusticia"
El actor dijo que está cansado de la televisión y que trabajar con Cris Morena fue un desafío
Pedro Squillaci / Escenario
Mariano Martínez habla relajado desde el set de grabación. Nada lo apura. Es el momento de la mañana que se toma para disfrutar un buen desayuno, y ante el llamado de este diario no se inquieta porque se le enfríe el café. Al contrario, se lo nota dispuesto para la charla. "Acá estoy, tranquilo, en el canal, esperando para grabar", responde ante el "cómo estás" de rigor. A Mariano le gusta dialogar cuando tiene un tema. No le interesa hablar de su vida privada (en pareja con su compañera de tira Luisana Lopilato) ni salir en notas para promocionarse porque sí. "Alma pirata" (lunes a viernes, 20.15, Canal 5) le volvió a poner las pilas en la actuación: "No tenía ganas de hacer tiras, pero cuando apareció esto, lo sentí como un desafío".
Su personaje es Benicio, un aventurero dispuesto a todo, desde robar a mentir despiadadamente para conseguir su objetivo. Benicio es un solitario, con alma de pirata, fiel al título de la tira de Cris Morena. Martínez irá desgranando en la entrevista cuánto tiene de Benicio y cuánto del actor.
-¿Cómo te sentís con tu personaje de Benicio?
-Bien, realmente bien. Ahora, recién hace 15 días lo fui encontrando más al personaje. Viste que en las tiras vas descubriendo al personaje a medida que lo vas haciendo. Todos los días grabás, hacés 25 escenas o más por día y acá no se acostumbra a que te den los libros mucho tiempo antes, sería bueno porque uno tendría una idea más certera del personaje. Entonces recién ahora le encontré un ritmo, mañas de Benicio, cosas que le gustan y que no le gustan, le di más vida y lo noto cuando veo los capítulos anteriores.
-¿La búsqueda incluye también al vínculo entre tus compañeros?
-Claro, fijate que entre los actores no nos conocemos, no trabajamos nunca juntos y no hubo un previo conocimiento entre nosotros. Estos personajes son amigos y enemigos a la vez, y eso hay que trabajarlo. Yo te digo que, por la experiencia que tengo de trabajar en tiras, recién al mes y medio o dos meses un elenco se acomoda bien, e incluso los directores, los autores y hasta la historia se acomoda de una manera para que todo esté bien aceitado y funcione como un scrum bien formado. Lo mejor todavía no salió al aire, pero se va a empezar a notar en los próximos capítulos. Es más, lo bueno que tienen las tiras que empiezan en enero, es que cuando la gente la empieza a ver con continuidad, que es a partir de marzo, ya la ve con los personajes más afirmados y la historia afianzada.
-¿Te sedujo trabajar en un género de aventuras, que nunca habías hecho antes?
-Sí, fue el incentivo mayor. Además, tenía ganas hace rato de trabajar con Cris (Morena) y cuando me llamó y encima me contó esta historia me enganché enseguida. Porque yo después de La familia (en alusión a "Una familia especial", de Canal 13) no tenía ganas de hacer tiras, es más, antes de hacer ese trabajo ya no tenía ganas. Quería hacer algo más tranquilo, y apareció esto y dije, bueno, es un desafío, me pareció divertido y distinto. Por eso acepté. La verdad es que estoy contento y no me arrepiento para nada.
-La amistad se revela como eje en la historia. ¿En tu vida la amistad tiene la misma fuerza que en la ficción?
-Creo que sí, que es muy parecido a una relación común entre amigos, con la diferencia de que estos amigos hacía 18 años que no se veían , entonces ya no son chicos, son hombres, con mañas, con sus obsesiones. Al juntarse después de tanto tiempo hay choques y roces, pero el cariño que había desde chicos está intacto y los lleva a seguir juntos, además del lazo que le dejaron sus padres de ser parte de una liga para hacer el bien. Entonces ese deseo de hacer justicia lo llevan en la sangre. Esa parte también es un poco de ficción, porque todo el mundo lleva un justiciero adentro y nos ponemos locos ante una injusticia, ya que ninguno tiene sangre de pato, pero acá está llevado a la aventura. De todos modos, el sentido de la amistad es muy parecido a la vida cotidiana.
-Después de "Son amores", con tanta exposición mediática por tu personaje bailantero Marchesi (incluso editó un disco), decidiste tomar otro rumbo y elegir más las propuestas que te acercaban. ¿A qué se debió este cambio?
-La verdad que después de "Son amores" elegí "Sangre fría" porque quería cambiar un poco de género, hacer algo diferente. Pasar de una comedia grotesco a al terror fue bueno para mi crecimiento actoral. "La familia especial" también era un buen proyecto, algo distinto, con personajes extraterrestres, en Pol-Ka. Vas probando, y después te pasa que no fue. La gente, de un tiempo a esta parte, tomó partido del rating y te pone a prueba. Si se enganchó te mira y si no te abandona. Y encima las tiras son prueba y error. Entonces vos te largás con una historia, venís adelantado grabando 15 capítulos, tenés un mes adentro, y cuando no gustó es difícil de remontar. Lo que pasa es que nadie sabe la verdad de esto.
-Tu nombre está asociado a la lista de los pocos galanes que quedan en la televisión, junto con Pablo Echarri y Facundo Arana. ¿Vos te sentís en el rol de galán o es un papel con el que te identifica la gente?
-A mí no me molesta que me digan galán, no me jode. Pero yo quiero ser actor y crecer como actor, y trabajar en cine, en teatro y en la tele. En verdad, no me veo mucho como el galán clásico de telenovelas, pero no lo juzgo, por ahí algún día lo puedo llegar a hacer. Es más, me lo han ofrecido, pero hasta ahora nunca lo sentí como para hacerlo.
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