"La puja distributiva pone en riesgo el crecimiento"

El asesor de la UIA, Daniel Funes de Rioja, asegura que la industria apuesta al diálogo

Claudio Berón / La Capital

Daniel Funes de Rioja es un "hombre de la UIA", como definen los ejecutivos a los asesores y directivos que atravesaron las tormentas y los oasis industriales en los últimos años. En un contexto de negociaciones de salarios y puja distributiva, la Unión Industrial Argentina tiene dos objetivos dijo el negociador por la parte empresaria de una de las paritarias más trabadas como es la del gremio de la alimentación y quien representa a la Copal en esa instancia: "Un marco de diálogo y blanquear las pautas de salarios y de trabajo". Los industriales sostienen que es más sencillo un empleado en blanco que en negro y que la economía está en un momento en que no es imposible esta instancia

-¿Cuál es la postura de la UIA con respecto a los salarios?

-Trabajamos por el diálogo. Hay que llegar a acuerdos y pactos que no desalienten el proceso de inversión y empleo. Deben acordarse pactos para el incremento. El espíritu es que el proceso de redistribución del ingreso se tiene que dar con criterios racionales basados en la productividad y competitividad.

-¿El crecimiento y los salarios pueden ir de la mano?

-En 2001 estábamos quebrados, echábamos gente y esto ni lo pensábamos, no es a ese lugar al que hay que volver. Hay que hacer realidad un mecanismo de distribución pero sin puja distributiva. La puja distributiva pone en riesgo un proceso ordenado de crecimiento.

¿El 19% de incremento es un piso o un techo a tomar en cuenta a la hora de negociar con los sindicatos?

-El sector de alimentación, al cual represento y soy quien discute con los sindicatos estos temas, tiene claro que el 19% es un piso y un techo. Hay sectores que pueden dar más. Nosotros ofrecimos el 12% y seguimos negociando. El 19% es el máximo negociable.

-¿Se recompusieron los salarios en el sector industrial?

-Todos los sectores industriales otorgaron aumentos por sobre la inflación desde 2002 a 2006, cerca de un 170%. Además, el sector alimentación dio en el 2005 más del 45%.

-¿Temen a la inflación?

-Estamos comprometidos con la política de estabilidad, hay que desalentar expectativas inflacionarias, la llamada inflación sicológica, el sector industrial coopera pero esto lo hemos hecho en el marco de los acuerdos de precios pero también hay que hacerlo en margen de acuerdos de salarios.

-¿Hay riesgo inflacionario?

-La inflación es un cáncer difícil de curar. El gobierno debe respetar acuerdos y acomodarse sin impacto inflacionario. Estamos en un proceso en el cual se puede adecuar las variables. Si no se acomodan esto puede dispararse, por ahora soy optimista.

-En un momento se generó una polémica con la UIA por el cuestionado control de precios. Pasado el tiempo, ¿cuál es la situación actual?

-Estamos en un contexto de acuerdos de precios, y yo soy acuerdista. El control es impuesto, el acuerdo es conversado, de hecho también se discute que otras medidas complementarias ayudan a bajar costos, y por ende precios. Tenemos un problema serio que son las tasas municipales, a esto se le suman mil cosas para discutir.

-¿Cuáles?

-Nadie puede estar en desacuerdo que hay que estabilizar la economía y la inflación debe estar por debajo del 12%, pero hay que reveer la causa de inflación de costos.

-¿Cómo es la relación de producción y rentabilidad?

-Hoy el mercado presiona mucho. Los canales de comercialización obligan a a hacer sintonía fina. La rentabilidad existe y no es mala, pero no la deseada.

-¿Cambió en 2006 la línea: productividad, competitividad y salarios?

-La ecuación debe estar equilibrada, acorde a la realidad. Hay sectores en los que los costos salariales están ya al borde y lo compatible con productividad no se da porque puede faltar inversión y tener otra economía de escala e infraestructura. A veces no es tan importante que uno pueda exportar sino estar atentos que su producto no pueda importarse.

Funes de Rioja, histórico asesor laboral de la central fabril.