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jueves,
27 de
abril de
2006 |
Test 4 x 4
El Xtrail hizo cartón lleno
La recién llegada versión turbodiesel completa la gama del modelo de Nissan. El impulsor, de 2,2 litros y 136 caballos, exhibe un gran poder de aceleración. La caja es manual de 6ª
Por Jorge Kaplán / La Capital
El Nissan Xtrail ya es un viejo conocido, pero que poco a poco ha ido entregando novedades y completando una gama que hoy por hoy luce como la más completa de su segmento, es decir el de los todoterreno light o con el más apropiado nombre de “todocamino”. La última novedad es una eficiente versión gasolera que porta un motor turbodiesel de 136 CV de potencia que no hace extrañar al naftero.
El Xtrail llegó al país en vísperas de las fiestas de fin de año de 2003, en una única versión de motor naftero de 2,5 litros y 180 CV de potencia, con caja manual de cinco marchas. A principios de 2004, el Xtrail incorporaba la transmisión automática, sin embargo el consumo seguía siendo su talón de Aquiles, algo que se vio subsanado recientemente con la llegada de una esperadísima versión diesel.
El Xtrail gasolero porta un motor turbodiesel, con intercooler, de 2,2 litros de cilindrada que entrega una potencia máxima de 136 CV a 4.000 rpm. La primera pregunta es si se extrañarán los 44 caballos de menos de este motor respecto del naftero, y la respuesta es “no”. Es que el mayor torque de este diesel tira mucho más de abajo, y lo acerca a las condiciones ideales de los todoterrenos gasoleros. El par máximo es de 314 Nm (contra 245 Nm del naftero) disponible a 2.000 rpm. Además, no penaliza en cuanto a la velocidad de punta en una autopista ya que este Xtrail diesel araña los 180 km/h de velocidad máxima.
Para esta performance colabora la segunda gran incorporación de esta versión que es la caja manual de seis velocidades, en la cual la sexta no es una simple sobremarcha. Esta caja, además, mantiene las características vistas en las versiones de cinco marchas: recorridos precisos, cortos y de fácil accionamiento.
Con todos estos elementos, ya se podía ir prefigurando una excelente aceleración que resultó del orden de los 12 segundos para alcanzar los 100 km/h. En tanto, la elasticidad resultó muy buena para lo que es una carrocería de SUV y con un motor diesel. La insonorización es aceptable, y no se filtran demasiado ruidos o vibraciones, ni del motor ni por el viento.
El sistema de tracción no presenta sorpresas. Es el All Mode 4x4 que opera en tres programas, seleccionables mediante una perilla. En “2WD” es tracción delantera; en “Auto” arranca siempre en 4x4 y si la computadora ve que no hay problemas de patinaje pasa a 4x2, hasta que detecte deslizamientos en cuyo caso repartirá el torque a los ejes de acuerdo a la necesidad hasta un 57% en el tren delantero y un 43% en el trasero. Finalmente, el modo “Lock” bloquea el diferencial central repartiendo de forma permanente el torque en 57% adelante y 43% atrás, todo esto, claro está, sin reductora de baja.
El consumo, en tanto, es de 11 km por litro en ciudad y de 13 km por litro en ruta a 120 km/h.
Leves retoques de diseño El diseño exterior no ha sufrido cambios esenciales respecto de las últimas versiones nafteras. Un cambio que no se ve, pero se notará en caso de un toque es que los guardabarros delanteros son de plástico en vez de chapa, una técnica muy útil para reducir los costos de reparabilidad. Presenta las mismas llantas de aleación de cinco rayos que calzan neumáticos de medida 215/65 R16 y el alerón en el techo. También permanece un defecto señalado reiteradamente en el Xtrail que es la posición del caño de escape, de forma transversal detrás del paragolpes, una ubicación que lo expone a roturas en el caso de una trepada, y lo mismo ocurre con un cobertor de plástico que tiene la función de ocultarlo y protegerlo.
Por dentro, el Xtrail diesel mantiene el estilo de sus hermanos de gama, caracterizado por el panel de relojes en el centro del tablero, y un interior que utiliza materiales pensados para un uso de vida al aire libre. Así, el piso del baúl es removible y lavable, mientras que los tapizados de excelente calidad no tendrán problemas en soportar que alguien se suba con la ropa mojada.
El espacio interior permite encontrar una posición de manejo muy cómoda sin molestar al resto de los pasajeros. El cojín de la butaca del conductor puede regular en altura de forma pivotante, pero el volante regula sólo en altura y no en profundidad.
El Xtrail diesel tiene un precio de 38.900 dólares, contra 33.350 de la naftera manual y los 34.350 de la automática. Los rivales de este modelo en el país con motores diesel son el Toyota RAV4 de 116 CV a 37.500 dólares, el Kia Sportage de 112 CV a 35.600, y el Hyundai Tucson de 112 CV que sale 33.500 dólares. Queda fuera de competencia el Honda CR-V que no posee motorizaciones diesel, algo que se mantendrá mientras no mejore la calidad del gasoil que se usa en la Argentina.
El Xtrail diesel resume un buen balance de costo-beneficio, en un producto que reúne los estándares de calidad del Primer Mundo —se fabrica en la planta de Tochigi, Japón, y la motorización diesel es la misma que se destina al mercado europeo—, mientras que la garantía es de tres años o 100 mil km.
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