Brasil ratificó que no intervendrá en la controversia por las papeleras

Lula considera que se trata de un conflicto bilateral. Uruguay exige que las diferencias sean tratadas por el Mercosur

El gobierno de Brasil ratificó ayer que la controversia que enfrenta a la Argentina con Uruguay por la instalación de las papeleras en Fray Bentos "debe resolverse en el ámbito bilateral".

Asimismo, el asesor especial para asuntos internacionales de Brasil, Marco Aurelio García, aseguró que el presidente de su país, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió al gobierno de Finlandia que intercediera ante la intransigencia de la empresa Botnia.

El alto funcionario aseguró que la premier finlandesa prometió a Lula que "iba a intentarlo", en tanto dijo creer que ese episodio "para nada" significa una intervención de Brasil en asuntos internos de otras naciones.

"Hasta ahora nuestra posición es que debe resolverse en el ámbito bilateral", reiteró varias veces el alto funcionario brasileño sobre la controversia entre Buenos Aires y Montevideo por la instalación de las plantas de celulosa en Fray Bentos.

Cuando se le preguntó si el gobierno argentino estaba al tanto de la gestión de Lula ante Finlandia, García respondió: "No creo que tuviera conocimiento, pero tampoco creemos que, para nada, fuese una intervención de Brasil" en los asuntos internos de Argentina y Uruguay.

En ese contexto, relató que, tras la negativa de Botnia a suspender por 90 días la construcción de las plantas, tal como lo pidieron conjuntamente los presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez, Lula le pidió "por qué no utilizaba su prestigio" para dialogar con la empresa finesa.

"Le dijo que sí, que iba a intentarlo", señaló García, en alusión a la respuesta de la primer ministro de Finlandia.

Por otra parte, el asesor de política internacional de Lula indicó que sí hubo contactos entre los cancilleres Celso Amorim y Jorge Taiana, cuando el gobierno nacional hizo público su pedido a Finlandia para que intercediera ante Botnia.

Con la afirmación del funcionario brasileño, Uruguay pierde peso en su intento por llevar la controversia por las papeleras al ámbito del Mercosur, una estrategia desplegada desde Montevideo con la intención de involucrar a terceros países en el diferendo.

Con el conflicto por las factorías celulósicas como telón de fondo, los presidentes Kirchner y Lula mantuvieron anoche una reunión bilateral, en la que el eje de las conversaciones pasaron por el proceso de integración del Mercosur, en particular las "asimetrías" denunciadas por Paraguay y Uruguay.

Ante la consulta de un periodista brasileño acerca de las críticas que empresarios de ese país realizaron en las últimas horas al gobierno de Lula por la restricción a las exportaciones hacia Buenos Aires, García respondió: "Estamos apostando a una Argentina industrializada. Los empresarios están absolutamente desinformados".

Sin embargo, respecto al Mercosur, García admitió que "hay evidentemente problemas comerciales, de asimetrías", el principal reclamo que vienen haciendo los presidentes Vázquez (Uruguay) y Nicanor Duarte Frutos (Paraguay).

No obstante, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que Uruguay concrete un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, el asesor de Lula consideró que cada país está en su derecho de establecer acuerdos con el país que desee.

En el encuentro que se desarrolló en el Hotel Sofitel, Kirchner estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller, Jorge Taiana; el titular de Planificación, Julio de Vido, y el embajador argentino en Brasilia, Juan Pablo Lohlé.

En tanto, Lula concurrió al cónclave junto Marco Aurelio García; el canciller, Celso Amorim; el ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, y el embajador en Buenos Aires, Mauro Vieyra.

Acerca de la cuarta reunión trilateral que se realizará hoy, desde las 9, entre Kirchner, Lula y el venezolano Hugo Chávez, García destacó que "será un seguimiento de las reuniones anteriores, en particular sobre la cuestión energética".

Sobre este punto, dijo que espera que surja "más información sobre el proyecto" del gasoducto regional, en particular en lo que hace al financiamiento, ya que es una obra que supera holgadamente los 20 mil millones de dólares.

Lula y Kirchner hablaron del futuro del Mercosur.