El presidente acusó a Alfonsín y a De la Rúa de haber "fundido el país"

Consideró "inconcebible" que ahora critiquen al gobierno los que fueron "incapaces de terminar sus mandatos"

El presidente Néstor Kirchner rechazó ayer las críticas que realizaron recientemente a su gestión sus antecesores Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa (ambos radicales) y los acusó de haber hecho "una pésima administración", de haber "fundido el país" y de haber sido "incapaces de terminar sus mandatos".

Durante un acto en la Casa Rosada, Kirchner les pidió a los argentinos que recuerden que estos ex mandatarios, a los que evitó mencionar con nombre y apellido, "nos llevaron a una situación límite", luego los calificó como "la vieja política que se resiste a irse" y se quejó porque "siguen hablando de forma inconcebible".

"Hasta hoy habla el que se fue rápido en un helicóptero, tan rápido que no se puede usar más la pista de acá arriba (en relación a la Casa Rosada), y otros que se fueron antes, que también hablan y creen que los argentinos no tienen memoria, y fueron los que nos fueron llevando a una situación límite que la estamos levantando entre todos", se quejó.

Alfonsín fue blanco de la furia presidencial pues anteayer había advertido que Kirchner "tiene pretensiones hegemónicas y conspira contra la libertad de poderes". Días pasados De la Rúa lo había acusado de practicar "un centralismo autoritario" y de ir "contra todo", además de culpar al peronismo y a "la mala suerte" por su salida anticipada de la Rosada.

"Los mismos que fundieron y quebraron al país, que lo llevaron a situaciones inestables y fueron incapaces de terminar sus mandatos, son los que hoy hablan de la República, de la democracia, con tanta liviandad..., por eso es muy importante que los argentinos tengan memoria", replicó Kirchner, quien luego le pidió a la ciudadanía ayuda porque "es importante que las sombras del pasado, todos esos presidentes que nos llevaron al fracaso permanente, queden grabados en la historia de los argentinos porque estamos avanzando con mucho esfuerzo".

"Porque la explosión del 2001 marcó la explosión de una política que llegó a su límite, pero los problemas venían de bastante antes. Acá se despilfarraron fondos del país en forma absolutamente irresponsable; nos llegamos a quedar sin reservas en la Argentina, vivimos de corrida en corrida bancaria", se quejó.

Kirchner criticó el hecho de que "deliberaban y se reunían y estaban todas las cámaras de televisión esperando que se junten todos los gerontes de aquel momento mientras el país y los argentinos nos íbamos por un tobogán".

"Esa es la vieja política que tanto daño nos hizo y que se resisten tanto a irse, y siguen hablando y hablando de una forma realmente inconcebible. Es parte de la vida democrática, pero yo les pido a los argentinos que se acuerden de quienes nos llevaron a esta situación", sostuvo.

Kirchner reclamó "diálogo de realizaciones y no el diálogo de la guitarra", al pronunciar un discurso en el partido de La Matanza, donde anunció obras por 63,2 millones de pesos.