Un exquisito de la retórica

"Sabía todo de Venado Tuerto. Me contó con lujo de detalles en qué barrios teníamos problemas sociales, dónde repartíamos alimentos y medicamentos. Además conocía el funcionamiento de los gobiernos nacional y provincial", recordaba el intendente venadense Roberto Scott, hablando de la desconcertante maniobra pergeñada en su despacho por Nelso Mangiarelli, el embaucador detenido nuevamente, hace dos días, en Rosario. "Estuvo dos o tres veces conmigo, siempre impecable, haciendo ostentación de buenos trajes. Me ofreció colaboración del Ministerio de Acción Social y me prometió colaboración de la ministra Fernández Meijide", declaró hace seis años el intendente Scott, que hoy prosigue en el cargo. "Siempre dudé de su accionar pero había cosas que lo hacían creíble. Me quería morir cuando me enteré de la mentira", declaró entonces Scott. Sobre por qué llegó a utilizar su despacho, el intendente explicaba: "Cuando a la ciudad llega el gobernador, algún ministro o funcionario, yo le cedo mi oficina para que atienda porque es el único lugar que tenemos en la Municipalidad apropiado para esas funciones". En ese lugar el delicado timador se las arregló para quedarse con 46 mil pesos.