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miércoles,
19 de
abril de
2006 |
Bush no descarta una acción militar contra Irán
Washington. - El presidente George W. Bush aseguró ayer que "todas las opciones están sobre la mesa" con respecto a la crisis nuclear con Irán, por lo que no descartó una acción militar, aunque hizo hincapié en que su país se concentrará en buscar una solución diplomática. Bush no quiso negar la posibilidad de un ataque nuclear contra el régimen de Teherán, pero insistió en que la prioridad es la cooperación con otros países para presionar a la república islámica. Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, advirtió ayer de las graves consecuencias que tendría una guerra contra su país. Si Irán es desafiado, "cortará la mano del enemigo y hará que lamente su agresión", dijo el mandatario.
La situación en el país persa continuó impulsando hacia arriba los precios del petróleo, que ayer alcanzó un nuevo récord con el barril a 72 dólares, mientras en Moscú se reunían los viceministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania para buscar una salida al conflicto iraní. El encuentro, sin embargo, terminó sin resultados.
"Queremos resolver este tema de forma diplomática y estamos trabajando duramente para hacerlo", afirmó Bush en la Casa Blanca. "La mejor manera es que haya un esfuerzo unido con otros países que reconocen el peligro de que Irán tenga un arma nuclear", explicó.
Rusia, por su parte, reiteró su rechazo a la eventual aplicación de sanciones a Irán. "Estamos convencidos de que ni las sanciones ni la violencia conducen a una solución del problema", dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú. También China se opone a medidas de este tipo.
Entretanto, el portavoz del Ministerio del Exterior iraní, Hamid Reza Assefi, afirmó que mantener una posición de dureza hacia su país no dará frutos. "Toda presión política sobre la república islámica tendrá el efecto contrario al buscado", declaró en Teherán a la agencia rusa Itar-Tass.
"La decisión de hablar con Estados Unidos fue una decisión unánime del Estado aprobada también por el Ministerio del Exterior", añadió Assefi, en alusión a que Irán no está cerrado al diálogo. Según dijo, su país "no se toma en serio" las informaciones sobre las amenazas militares estadounidenses. "Pero igual Irán está preparado para todas las eventualidades, y si pasa algo inesperado, entonces la otra parte saldrá más dañada que Irán", aseguró.
Mientras, la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea) reaccionó con "cuidadoso escepticismo" frente a las últimas declaraciones de Teherán acerca del desarrollo de nuevas centrifugadoras de gas P-2 para el enriquecimiento de uranio.
Si Teherán comenzó en los últimos meses con los trabajos de investigación en las nuevas centrifugadoras no sería ninguna violación de los acuerdos de seguridad de Irán con la Aiea, se indicó. Sin embargo, si en cambio resulta que Teherán ha trabajado desde hace tiempo en el desarrollo de centrifugadoras ultrarrápidas, "esto seguramente dañaría la credibilidad de Irán", se informó desde Viena.
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