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miércoles,
19 de
abril de
2006 |
San Francisco recordó el
centenario del gran sismo
Un minuto de silencio por los 3.000 desaparecidos
San Francisco. - Miles de personas, algunas vestidas con trajes de época, se congregaron en la madrugada de ayer en el centro de San Francisco para recordar a las víctimas del terrible terremoto que sacudió la ciudad el 18 de abril de 1906. A las 5.12 horas, en el preciso momento en que cien años atrás el suelo de San Francisco comenzó a temblar, miles de personas se congregaron alrededor de la Fuente de Lotta, un monumento donde las familias dejaron mensajes en búsqueda de sus seres queridos después del terremoto de 1906, guardaron un minuto de silencio por los 3.000 desaparecidos en la tragedia. Entre ellos, había decenas de sobrevivientes.
Después, el ambiente quedó invadido por los repiques de campanas y el sonido de las sirenas. "Yo tenía entonces nueve años y todavía sigo en San Francisco", dijo Christine Martinstein, que con 109 años es la más anciana de los supervivientes. La más joven, con 99 años, es Norma Norwood, que en la noche del terremoto se refugió en el Golden Gate Park.
Para Violet Lyman, el "recuerdo más patente" de la catástrofe son las espesas nubes de humo que cubrían la ciudad y la imagen de una vaca asustada en una calle. Herbert Harmol, por su parte, se alegra de que en aquella época trabajara dos veces por semana en un supermercado. "Eso fue lo que me salvó la vida", dice este hombre de 103 años, que recuerda como su madre huía de la casa familiar a punto de derrumbarse con él del brazo.
Después de la ceremonia dio comienzo el tradicional desayuno con compota de ruibarbo, tartaletas y sémola de maíz, tal y como se sirvió en un hotel de la ciudad en aquella inolvidable mañana de 1906. "Volvámonos locos y celebrémoslo", decía un hombre ataviado con un abrigo, un bigote artificial y un traje del estilo de principios del siglo XX. "La ciudad es sencillamente maravillosa, al menos hasta que llegue el próximo sismo".
El hombre iba acompañado de un "policía" vestido con un antiguo uniforme de "bobby" inglés. "Ha sido el último traje de aquella época que he podido encontrar", se disculpaba David Gleba. Otros habían salido a la calle en pijama y bata, como lo hicieron las personas que en 1906 saltaron de sus camas al sentir el temblor.
Esperando el "big one"
Pero en todas las celebraciones, el aniversario ha servido como un recordatorio de cuán vulnerable es el área de la Bahía a los movimientos de las siete fallas en su entorno. Según una encuesta, sólo el 9% de los californianos "piensan frecuentemente" en la posibilidad de que ocurra un terremoto y únicamente un 4% de los encuestados tienen en cuenta que podrían morir a causa de un sismo. Sin embargo, los sismólogos opinan que hoy en día un temblor de magnitud similar a la de 1906 podría cobrarse las vidas de hasta 3.400 personas de los siete millones de habitantes que pueblan la bahía de San Francisco y dañar a unos 90.000 edificios.
Según el estudio "When the big one strikes again" (Cuando el gran terremoto azote de nuevo), elaborado por el ingeniero Charles Kircher, hay un 62% de probabilidades de que el norte de California sea sacudido por un sismo antes de 2032.
El terremoto de 1906, con una fuerza de 7,9 grados en la escala de Richter, y los posteriores incendios que provocó destrozaron unas 28.000 viviendas dejando sin hogar a cerca de 250.000 personas. (DPA)
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Herbert y Cristine evocaron la tragedia de 1906.
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