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miércoles,
12 de
abril de
2006 |
El simpatizante canalla no quiso hablar
y sigue preso por robo a un comercio
El único hincha de Rosario Central que está preso por los incidentes del domingo pasado en el peaje de General Lagos, donde hubo 16 heridos en un enfrentamiento con la barra brava de Boca Juniors, negó haber efectuado disparos y se abstuvo de seguir declarando en la causa que investiga el choque entre los dos bandos. El expediente por el ataque entre las dos hinchadas fue remitido ayer a otro juzgado, donde el detenido tenía un antecedente por robo a una distribuidora.
En tanto, antes de desprenderse de la causa, el primer juez del caso, Adolfo Prunotto Laborde, envió un exhorto a un juez de San Nicolás planteando que los hinchas de Boca Juniors que permanecen internados en el hospital de esa localidad sean puestos a disposición de los tribunales rosarinos al ser dados de alta. Pero ayer se supo que, salvo los dos que están en grave estado, los demás abandonaron la clínica sin esperar el alta (ver página 32).
Fabián Andrés Córdoba, de 36 años, es el único de los 121 hinchas canallas que quedó detenido tras el cruce de los simpatizantes canallas y xeneizes en el peaje de la autopista Rosario-Buenos Aires. Lo dejaron preso porque algunos testigos aseguraron que lo vieron disparar con un arma contra los hinchas de Boca y que uno de esos proyectiles alcanzó al sargento primero de la Patrulla de Caminos Rubén Mancini en una piernas. Según fuentes del caso, el policía herido lo habría reconocido como quien le disparó. Esto, indicaron las fuentes, ocurrió mientras Córdoba se encontraba alojado en la seccional 5ª junto a otros simpatizantes auriazules que, con el correr de la tarde del lunes, fueron recuperando la libertad.
Córdoba, un hincha cercano al líder de la barra de Central Andrés Pillín Bracamonte, fue conducido ayer a la mañana para ser indagado en el juzgado de Instrucción Nº 11. Pasado el mediodía, luego de que la policía acercara un voluminoso expediente con las primeras actuaciones por el caso, el detenido fue imputado del delito de tenencia y portación de arma de guerra. Esto se debe a que en un colectivo donde viajaban simpatizantes de Central se incautaron un revólver calibre 22 largo, un 38 Special y un pistolón calibre 14. Asimismo, lo acusaron de haber participado del tumulto en el que varias personas resultaron heridas de armas de fuego.
De acuerdo con fuentes del caso, Córdoba negó esa acusación y se opuso a seguir declarando. No recuperó la libertad porque tiene una cuenta pendiente en otro juzgado: Instrucción 5ª, a cargo de María Luisa Pérez Vara. Allí estaba acusado y con pedido de captura por el robo a una distribuidora ocurrido este año. Por eso será conducido hoy ante la magistrada a declarar por ese caso previo. Y en virtud de ese antecedente, el expediente completo por la guerra entre barras pasará a acumularse en ese juzgado.
El defensor de Córdoba, Adrián Martínez, sostuvo que no se puede determinar la participación de su cliente "ante la cantidad de personas involucradas en el hecho, que fue absolutamente confuso". En el parte preventivo redactado por la policía se consigna que unos 30 efectivos estuvieron presentes en los incidentes aunque no se señala que hayan disparado, como lo afirmó un testigo a La Capital. Asimismo, le pidió a la División Judiciales de la policía rosarina que investigue la procedencia de las armas secuestradas. También solicitó que les tomen declaración testimonial a los policías que intervinieron en el incidente y a los empleados de la estación de peaje que fueron testigos del episodio.
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