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miércoles,
12 de
abril de
2006 |
Procurador de Brasil acusa a 40 personas en escándalo corrupción
Brasilia.- El Ministerio Público de Brasil acusó a 40 personas, incluyendo ex ministros, legisladores y empresarios, de integrar el esquema de corrupción que involucró al partido del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y sumió al gobierno en su peor crisis política.
El procurador general de la República, Antonio Fernando de Souza, anunció anoche que envió la denuncia al Supremo Tribunal Federal, máxima corte de Justicia de Brasil.
Las acusaciones incluyeron cargos de corrupción activa, lavado de dinero, evasión ilegal de divisas y peculado.
Como supuesto líder del grupo figuró el ex jefe de Gabinete José Dirceu, quien fuera la mano derecha de Lula y, tras renunciar al gobierno luego de estallar el escándalo hace casi un año, regresó a su cargo de diputado, para ser destituido.
Según el procurador, el esquema tenía tres ejes, y uno tenía como objetivo “garantizar la continuidad del proyecto de poder del PT (Partido de los Trabajadores de Lula) por medio de la compra de apoyo político”.
Otro buscaba recibir “ventajas indebidas del gobierno federal y de contratos de órganos públicos” y un tercero realizar lavado de dinero.
El escándalo ha sacudido al gobierno de Lula, pero el impacto en la popularidad del mandatario fue menor y todavía sería reelecto en octubre según encuestas de opinión.
El grupo “político partidario” que buscaba la permanencia del PT en el poder, según el procurador, lo componían Dirceu, quien estaba en el gobierno, y desde el partido su ex presidente José Genoino, su ex tesorero Delúbio Soares y el ex secretario general Silvio Pereira.
Otro grupo, integrado por el publicista Marcos Valério y sus socios, buscaba “ventajas indebidas de integrantes del gobierno federal y de contratos con órganos públicos”, dijo el procurador.
El tercer eje del esquema, en el que se incluyó a otros acusados, buscaba también “ventajas indebidas” para facilitar operaciones de lavado de dinero, agregó.
Entre los acusados figuraron varios legisladores que fueron exentos por el plenario de la Cámara de Diputados, en el marco de la investigación parlamentaria del escándalo.
La crisis estalló cuando a principios de junio el entonces diputado Roberto Jefferson, luego víctima del propio escándalo al ser destituido, acusó al PT de pagar mesadas a legisladores para comprar su apoyo al gobierno.
La extensa acusación del procurador incluyó también a los ex ministros de Comunicación Luiz Gushiken, y de Transportes Anderson Adauto, además del publicista Duda Mendonça.
El presidente Lula ha quedado al margen de la crisis política, la peor desde que asumió en enero del 2003, aunque su popularidad inicialmente se despeñó.
El ex líder sindical de extracción izquierdista se ha recuperado en los últimos meses del escándalo, que lo obligó a despedir ministros, y según recientes encuestas de intención de voto ganaría un segundo mandato si las elecciones de octubre fueran inmediatas. (Reuters)
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