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sábado,
01 de
abril de
2006 |
Chirac firmará la ley laboral, pero
modificará sus puntos más polémicos
El período de prueba será reducido de dos años a uno y los empleadores deberán justificar el despido
París.- El presidente francés, Jacques Chirac, anunció ayer que firmará la controvertida ley de contrato para jóvenes a pesar de semanas de protestas en su contra, pero prometió modificaciones que podrían debilitar dos de sus aspectos más cuestionados. El período de prueba en el que los empresarios podrían despedir a los jóvenes bajará de 24 a 12 meses, y en el caso de ruptura del contrato, tendrán el deber de explicar los motivos.
Tras anunciar su decisión de promulgar la ley porque fue votada por el Parlamento y validada el jueves por el Consejo Constitucional, "y en democracia esto debe ser respetado", Chirac dijo que pedía al gobierno que prepare "de inmediato dos modificaciones de la ley sobre los puntos que han suscitado debate".
Su largamente esperado discurso parecía tener el objetivo de lograr un equilibrio entre la postura del primer ministro Dominique de Villepin, quien deseaba que la ley se aplicara rápidamente y en toda su extensión, y millones de manifestantes que exigían que la norma fuera retirada antes de que se discutiera cualquier acuerdo.
Incluso antes de que el presidente hablara, estudiantes se congregaron en París y otras ciudades importantes para continuar sus protestas en contra el Contrato de Primer Empleo (CPE), que permitiría a los empleadores despedir a sus trabajadores menores de 26 años sin un motivo durante un período de prueba de dos años.
"Es tiempo de distender la protesta", dijo Chirac en un discurso televisado, en el que agregó que entendía las preocupaciones de los jóvenes que no podían encontrar trabajo. El desempleo juvenil alcanza al 23% en Francia y supera ampliamente al promedio nacional de 9,6%. De todas formas, el mandatario aseguró que "no se firmará ningún CPE" hasta que las enmiendas sean integradas a la ley.
El jueves, el Consejo Constitucional de Francia había declarado válida la ley sin restricciones. La aprobación en el Parlamento y la decisión del Consejo "deben ser respetadas en una democracia", señaló Chirac para justificar la promulgación de la reforma.
Villepin presionó para que la ley fuera aprobada por el Parlamento el mes pesado, argumentando que Francia necesitaba de una reforma inmediata a su rígido código laboral para luchar contra la desocupación juvenil. Los estudiantes y trabajadores reaccionaron convocando a las protestas más grandes registradas en Francia en años.
Las propuestas de Chirac reflejaron las sugerencias hechas por el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, líder del partido gobernante y principal rival de Villepin en una contienda no declarada para convertirse en el candidato conservador en las elecciones presidenciales de 2007.
El líder del opositor partido socialista, Francois Hollande, dijo que Chirac había fracasado en su intento por calmar la atmósfera y que ahora había "mucho temor. Creo que hizo las cosas más complicadas cuando debió haberlas hecho más simples. Habrá más protestas".
Los estudiantes protagonizaron un mitin inicial durante el día en el monumento de La Bastilla, el punto preferido para las manifestaciones que se realizan en París y convocaron a más protestas.
Dominique Barbet, un importante economista, dijo: "La ley ha sido vaciada en buena parte en su contenido pero los sindicatos del comercio, los estudiantes y la oposición se rehusan a su promulgación, de modo que probablemente las protestas continuarán".
Ni ganadores ni perdedores
En su discurso Chirac dijo que había escuchado "las preocupaciones que expresaron muchos jóvenes y sus padres. En nuestra república, cuando está en juego el interés nacional, no debería haber ni perdedores ni ganadores. Deberíamos cerrar filas", dijo. En un gesto para los estudiantes afirmó que ningún contrato CPE puede ser firmado hasta que se decidan nuevos cambios.
Tras el anuncio, sindicatos y estudiantes convocaron una nueva huelga nacional para el próximo martes. Una acción similar durante la semana pasada llevó a las calles a entre uno y tres millones de manifestantes alrededor del país. John Monks, líder de la Confederación de Sindicatos del Comercio de Europa , dijo que podría participar en las protestas del martes. "Es importante que sindicatos europeos respalden a los sindicatos franceses para enviar claros mensajes en contra de la inseguridad laboral", escribió en una carta dada a conocer por el sindicato CGT, el más importante de Francia.
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Estudiantes muestran su frustración por la anunciada promulgación de la ley de empleo.
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