Cerraron el grifo. Expiró ayer el plazo para manifestar el ingreso a la compañía estatal

Rosario, el único municipio que no está en Aguas Santafesinas

La Intendencia local reclama “respuestas concretas” a las solicitudes que le viene formulando a la Casa Gris

Lucas Ameriso / La Capital

Excepto Rosario, todas las ciudades en las que operaba Aguas Provinciales de Santa Fe expresaron por escrito su voluntad de comprar acciones de la estatal Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa). La Casa Gris emitió un escueto comunicado de prensa donde se detalla que “finalizado el plazo de prórroga para ingresar a Assa, 14 de los 15 municipios manifestaron explícitamente su voluntad de ingresar a la empresa estatal”.

  Así, y mientras el gobierno santafesino ya imagina una empresa estatal sin la participación de la Intendencia local, el secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza, insistió ayer una y otra vez en calificar la situación rosarina de “indefinida”. “No estamos ni adentro, ni afuera de Assa. Queremos respuestas concretas a las preguntas que hemos venido formulando”, consideró el estrecho colaborador del intendente Miguel Lifschitz.

  La provincia le cerró la persiana a Rosario tras haber prorrogado en 15 días el plazo máximo para su incorporación al paquete accionario. Y ayer, en los despachos oficiales se habían contabilizado 14 localidades que expresamente manifestaron su voluntad de ingreso a la sociedad anónima a través de la compra de acciones. La ciudad quedó en soledad, pese a que la Intendencia envió sobre el mediodía un pedido de audiencia al gobernador Jorge Obeid, junto a su voluntad de ingresar a la compañía estatal.

  “Hicimos lo que habíamos planteado anteriormente. Le presentamos una nota entregada en mano por el secretario de Obras Públicas (José León Garibay) al presidente de Assa (Juan Carlos Venesia), donde se ratifica la voluntad de ser parte de la empresa, pero al mismo tiempo se solicita una entrevista con el gobernador a fin de tener respuesta sobre algunos puntos a resolver”, indicó el secretario de Gobierno.

  En esta misiva se repiten los reclamos del municipio local y que ya son de dominio público: la garantía de que la Legislatura convertirá en ley la intransferibilidad del 51 por ciento de las acciones de Assa, la creación de un ente de control independiente, la garantía de ocupar una silla en el directorio de la empresa estatal y la designación de un síndico que represente a los municipios de la oposición en la compañía.

  “Estamos abiertos al diálogo y no lo hemos tenido. Pareciera que tenemos que aceptar una realidad impuesta. Nos están pidiendo la adhesión, cuando todavía no se dio respuesta a cosas concretas que solicitamos”, remarcó Zabalza.

  Antes del mediodía de ayer, la Intendencia envió una nueva nota a la empresa, a la Gobernación y al secretario de Municipios y Comunas, Marcos Corach, insistiendo en obtener una contestación a los interrogantes que esgrime el Palacio de los Leones.
Ni adentro ni afuera
Para resumirlo en una definición, Zabalza consideró que Rosario “está en una situación indefinida en cuanto al ingreso a Assa; ni adentro ni afuera”. Claro que la provincia piensa lo contrario. En la Casa Gris un viejo refrán sirvió para expresar la situación de Rosario: “Aguas que no has de beber, déjala correr”, deslizaron con ironía algunos colaboradores del gobernador a la prensa.

Pero en concreto, un escueto comunicado fue lo único que públicamente se utilizó para dar por cumplimentado el proceso de conformación de la sociedad anónima.
Parte oficial
“Finalizado el plazo de prórroga para ingresar a Assa, catorce de los quince municipios manifestaron explícitamente su voluntad de ingresar a la empresa. Reconquista, Rafaela, Santa Fe, Cañada de Gómez, San Lorenzo, Casilda, Firmat, Granadero Baigorria, Villa Gobernador Gálvez, Gálvez, Funes, Rufino y Esperanza remitieron al Ministerio de Obras Públicas de la provincia sendas comunicaciones ratificando la voluntad de ingreso a la empresa”, reza el parte de prensa.

Pero Zabalza, pese a conocer la decisión de Obeid, insistió con exigir “un espíritu de comprensión, consideración y respeto sobre la base del diálogo”. A su vez opinó que el gobierno santafesino “tiene el concepto de no creer firmemente en lo que significa la descentralización de las obras de saneamiento hacia los municipios”. Con expectativa, el vocero de Lifschitz no se consideró “ni apremiado ni corrido por los tiempos” y se mostró con confiado en “retomar el lunes las conversaciones”. Como una sentencia, Zabalza lanzó: “Ya veremos si estamos afuera de Assa”.

El intendente no se sumó a ASA.