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miércoles,
29 de
marzo de
2006 |
Ya vive en un nuevo hogar,
mucho mejor, distinto a todos
La nueva casa de Berenice es "hermosa", dicen sus tías y abuelas. Y lo es si se tiene en cuenta que la chiquita habitaba (hasta antes de viajar a Buenos Aires) una pequeña vivienda en un barrio con calles de tierra, humildísimo. Su nuevo hogar está en el centro de Villa Gobernador Gálvez. Y hasta tiene una pileta en el patio.
Es una casa de dos plantas. Abajo están la cocina-comedor, un baño, la parrilla y la pileta. Arriba, dos dormitorios y un segundo sanitario.
Lo principal fue conseguir un hogar con la menor cantidad de polvo en el ambiente. En efecto, David, el papá, lo buscó personalmente hace aproximadamente un mes cuando había estado por última vez en la ciudad.
Se trata de una vivienda cómoda y en condiciones de salubridad, que le facilitó la empresa Paladini, donde David trabaja hace unos dos años.
La chiquita, increíblemente recuperada, dormirá ahora con su hermana Milagros, tal como ella misma se lo dijo a La Capital. "A veces llora", reparó la niña. Aunque, cuando eso no ocurra, tendrá tiempo y lugar para "jugar a las escondidas".
En tanto, Berenice deberá continuar con controles quincenales en el hospital Elizalde, ex Casa Cuna de la Capital Federal. Y, mientras sus padres vuelven al trabajo, tendrá que tomar 17 medicamentos diarios.
La familia se quedará en la nueva casa hasta que termine de construir la propia que levanta a pocas cuadras. Pero eso no llevará menos de dos años. Por el momento, la promesa que la compañía de fiambres y embutidos le hizo, seguirá en pie: abonar el alquiler mensual de la vivienda que ocupan hoy; por cierto también muy distinta al "departamentito" que tuvieron hasta ayer en Boedo (Buenos Aires), según contó Andrea, la mamá de Berenice, la mujer que no se separa de su hija.
La cuida en extremo. Anoche, una vecina quiso alzarla pero recibió un "no" rotundo. "No puede ir con vos porque estás algo resfriada", le dijo la mamá de la niña a quien pretendía levantarla.
Luego, recordó que estas cuestiones deben ser tenidas muy en cuenta, como evitar que se golpee y lograr que coma bien y que duerma sin problemas.
Y da la sensación de que no habrá inconvenientes a juzgar por el semblante y la fuerza que la primera paciente argentina que vivió 25 días con un corazón artificial demuestra permanentemente.
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