Inauguran la primera planta que produce biodiesel en Entre Ríos

El combustible se emplea para el funcionamiento de maquinarias y vehículos de la misma empresa

Lizi Dominguez / La Capital

General Galarza.- Con la presencia de autoridades provinciales y municipales, se inauguró oficialmente la primera planta de biodiesel de Entre Ríos, que comenzó a funcionar con toda su capacidad en el parque industrial ubicado en las afueras de la ciudad.

La "unidad autónoma de producción" -como la denomina su propietario, Carlos Ameglio- cuenta con una planta de acondicionamiento de granos, módulos de extracción de aceites y biocombustible, del cual a su vez se puede obtener gliserol que es utilizado para diversas aplicaciones en la industria química.

El empresario produce 1.600 litros diarios de biodiesel a un costo de 80 centavos por litro para abastecer sus vehículos particulares -especialmente adaptados- y para el funcionamiento de maquinarias de su empresa, como por ejemplo un grupo electrógeno de 120 Kva con capacidad instalada de 150 HP con el que genera energía para 22 motores eléctricos y 6 a explosión. "Argentina necesita urgente una ley que permita darle un tratamiento impositivo diferente a los biocombustibles porque si hoy Carlos Ameglio quisiera vender biodiesel, tendría que pagar los mismos impuestos que se pagan por vender nafta o gas oil", advirtió el secretario de la Producción de Entre Ríos, Daniel Welschen.

"Los biocombustibles se utilizan actualmente en Europa, Estados Unidos y Brasil, donde ya existen leyes que obligan a todas las petroleras a incorporarlos a los tradicionales en proporciones que van del 3 al 7 por ciento. Esto tiene por objetivo reemplazar a futuro al petróleo, que es un recurso no renovable y que en algún momento se terminará", explicó el funcionario provincial.

"Ante esta situación, no sólo los productores pueden tomar esta alternativa como una forma de autoabastecimiento de un insumo tan importante como el combustible que les origina un consumo anual muy alto, sino también puede ser encarada por cooperativas o agrupados para abastecer a sus asociados y el Estado debe acompañar este tipo de emprendimientos", concluyó Welschen.

Por su parte, Ameglio comentó que poner en marcha una planta similar a la que fabricó e instaló en General Galarza demanda una inversión, entre obra civil y módulos de producción, cercana a los 300 mil pesos. "Estas unidades son altamente rentables en lugares que, por su ubicación geográfica, les es imprescindible la generación de energías alternativas". señaló.

"Esta es la concreción de algo que vengo armando desde hace varios años y que no es otra cosa que dar valor agregado a la producción agrícola de la zona. Es en definitiva una planta ecológica que funciona con su propia energía y por lo tanto podría producir en medio del desierto, siempre y cuando tenga materia prima que sea grasa", concluyó Ameglio.

El emprendimiento en General Galarza fue destacado por autoridades entrerrianas.