El argumento sedujo a dos realizadores que están a punto de concluír el filme

Tiene 10 años y escribió el guión de una película que él mismo interpreta

Gaspar Martínez vive en Andino y junto a 35 chicos de su edad le dio vida a una historia de superhéroes de su edad le dio vida a una historia de superhéroes

Norberto Puntonet / La Capital

Andino.- La fantasía e imaginación de los chicos es sin duda fuente de inspiración para los autores de libros y cineastas. Hasta allí no hay nada nuevo. Pero que el autor intelectual, guionista e intérprete de una película sea un niño de 10 años no es frecuente. Gaspar Martínez, un inquieto chiquilín de esta localidad, está filmando su propia historia de aventuras, superhéroes y monstruos llamada "El mago Max", y junto a sus amiguitos despliega toda su imaginación en los sets de filmación. La película comenzó a rodarse hace dos meses y está a punto de concluir, sólo faltan algunas escenas exteriores y la etapa de edición, para lo que el pequeño superhéroe necesita de un superaporte para que su sueño, de que "la peli se proyecte en los cines", se haga realidad.

Parafraseando a Joan Manuel Serrat, esos locos bajitos que se visten de colores y hacen piruetas interpretando a sus personajes ya son pequeños actores. "Lo que empezó como un juego mío terminó siendo también de mis amigos, y de los amigos de mis amigos. Incluso de chicos que no conozco", contó Gaspar a LaCapital.

El niño agregó que le contó su juego a su tío, Germán Geminale, quien junto a su amigo Jorge Rollán realizan producciones audiovisuales en Rosario. A los adultos de esta historia les gustó la idea de Gaspar y echaron mano al celuloide para inmortalizar los juegos del pequeño actor y sus amigos, entre ellos, su hermana Guadalupe (de 7 años) y su primo Francisco Zampa (de 5).


Mundo amenazado
"El monstruo de los tres cataclismos, el rey Esqueleto y varios dragones amenazan el mundo pero el mago Max y sus dos aliados deben impedirlo a toda costa", fue el escueto argumento que adelantó el pequeño autor, quien ante la requisitoria de este cronista para que cuente el final de la historia respondió con un insobornable "es una sorpresa".

Por su parte, Geminale, también artista plástico, contó que luego de escuchar la historia se armó un guión tentativo, del cual el autor aprobó, corrigió y rechazó ideas. "Es algo muy lindo participar de este proyecto y ser testigos del juego de 36 chicos. La mayoría es de Andino, pero hay de Lucio V. López, Chovet -de donde es oriundo Rollán- y Rosario", apuntó el realizador, quien explicó que varias tomas se hicieron en esta última ciudad.

A las escenas ya filmadas, los cineastas deberán agregarle, con bastante imaginación y tecnología, la escenografía, ambientación y efectos especiales. Para ello los actores trabajaron sobre un fondo liso que luego será remplazado por escenarios de fantasía generados por el sistema croma key y computación.

Por su parte, Marcela, mamá de Gaspar, contó que el chico comenzó hace mucho tiempo con la idea de que su personaje fuera la estrella de una película. "Al principio pensamos que se trataba de un juego más pero luego se transformó en algo recurrente. Empezó a dibujar los personajes y a ponerles diálogos. Después diseñó el vestuario de cada uno, los colores, efectos y detalles. Allí nos dimos cuenta de que debíamos apoyarlo con la confección de la ropa, por cierto muy austera como toda la producción", aclaró la mujer que también es docente.

Gaspar recurrió a todos sus ahorros para comprar materiales para su ropa de cine, incluso gastó el dinero que había recaudado repartiendo estampitas de su primera comunión. "Estamos abiertos a cualquier financiación para terminar la película, edición y musicalización, aunque también recibimos el apoyo de Amigos del Arte de Rosario y de la comuna de Andino", agregó Rollán, que es arquitecto perfeccionado en Barcelona pero apasionado por el cine.

El chiquilín de Andino creó personajes que otros niños adoptaron para jugar.