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 domingo, 19 de marzo de 2006  
Un golpe perfecto que fue desbaratado por la víctima
Cuatro ladrones se llevaron $47.000 de una casa que presumían vacía. Una chica que estaba en la planta alta los vio, llamó a la policía y los apresaron a 7 cuadras

Una demora en salir de su casa de zona oeste le permitió a una joven de 22 años detectar un robo que se desarrollaba en la planta baja de la vivienda, donde escuchó ruidos extraños y descubrió a tres hombres que recorrían las habitaciones armados con cuchillas. Los desconocidos no alcanzaron a verla y esto le permitió encerrarse en la terraza y llamar por un celular a la policía. Los ladrones escaparon por la puerta de calle, pero fueron interceptados a siete cuadras de allí por dos patrulleros del Comando Radioeléctrico. Uno de los maleantes logró escapar del cerco policial, pero los tres restantes fueron apresados con el botín intacto: 15.000 dólares y 2.000 pesos guardados en un pequeño cofre de seguridad de metal aún cerrado con un candado.

El asalto se registró a las 16 de ayer en una casa de dos pisos de Riobamba al 4000. Allí vive Carlos C., el dueño de un instituto de enseñanza privada, junto con su esposa y dos hijos. El matrimonio se retiró de la casa poco antes de esa hora. En el piso superior sólo quedó Carolina, la hija de 22 años de la pareja, quien también tenía que salir pero se entretuvo mandándole mensajitos por celular a su novio.

Al rato la joven empezó a escuchar ruidos en la planta baja y así alcanzó a ver a tres hombres que llevaban "armas blancas", según la descripción que hizo la chica a la policía. La joven logró pasar desapercibida y subió con sigilo hasta la terraza, donde cerró con llave la puerta que la separaba del resto de la vivienda.

Desde allí, contaron fuentes policiales, comenzó a llamar por teléfono al 101, el número del Comando Radioeléctrico, para reportar el robo. También le avisó lo que ocurría a su padre: "Papá, me están robando", le dijo, y cortó enseguida la comunicación. Desesperado, el hombre también llamó a la policía. Y un tercer llamado lo hizo minutos más tarde un vecino que vio salir a los asaltantes en un Peugeot 206 azul, a toda velocidad, y que transmitió ese dato a la central del Comando.


Datos precisos
El robo no demandó mucho tiempo y los intrusos fueron selectivos: en pocos minutos revolvieron las habitaciones de la planta baja, de donde se llevaron una caja metálica que estaba guardada en un placard y algunas alhajas, anillos de oro y relojes. Todo esto lleva a la policía a pensar que los maleantes tenían un dato preciso: "Sólo fueron a buscar el cofre donde se guardaba el dinero del instituto que dirige el dueño de casa. Otro dato llamativo es que se lo llevaron cerrado, porque estaban seguros de que contenía dinero", especuló un investigador. La caja contenía 15.000 dólares y 2.000 pesos prolijamente distribuidos, según precisó el jefe del Comando, Alejandro Sauro.

Tras los llamados de las víctimas, un móvil de esa tropa de calle llegó a la casa de calle Riobamba cuando los ladrones ya se habían ido. Allí fueron recibidos por Carolina, que estaba shockeada, y descubrieron que los intrusos habían forzado una de las puertas de calle para entrar.

Otros patrulleros salieron a buscar el Peugeot 206 azul que, se especuló, habría circulado por Riobamba, Lima, Zeballos y volvió a tomar por Gutenberg hacia el sur. El vehículo fue interceptado en Gutenberg y Pellegrini, cuando cruzaba la avenida a toda velocidad. Se inició una persecución y cuatro cuadras más al sur, en la esquina de Gutenberg y Cerrito, le dieron alcance: dos vehículos policiales le impidieron el paso. En el Peugeot iban cuatro hombres, uno de los cuales logró escapar. Los otros tres fueron apresados y trasladados a la seccional 13ª.

Los detenidos fueron identificados como Cristian Eduardo Latorre, de 20 años; Ricardo David Romero, de 21, y Esteban David Velazco, de 24. Hasta anoche los investigadores trataban de precisar si alguno de ellos contaba con antecedentes penales.

En poder de los acusados los efectivos secuestraron el cofre metálico con el dinero, tres celulares de los detenidos, y las joyas y relojes robados de la casa. Lo que no hallaron fueron las cuchillas referidas por la joven que descubrió el robo. El auto, patente EWS911, también fue trasladado hasta la comisaría de San Nicolás al 2000. Las fuentes indicaron que es modelo 2003 o 2004 y que no tiene pedido de captura como robado.
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Desde la terraza de su casa la chica llamó a la policía.


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