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 domingo, 19 de marzo de 2006  
Aconsejan dosificar el consumo de carnes rojas
En medio de la polémica por su precio, los nutricionistas apuntan a una alimentación más saludable

Si bien la carne constituye un elemento central en la alimentación de los argentinos, distintos especialistas coincidieron en señalar que sería conveniente dosificar su presencia en la dieta cotidiana y apelar a sustitutos como las carnes blancas y el pescado.

Este planteo se da en medio de la polémica entre el gobierno y los sectores ganaderos por el precio de la carne, cuyo aumento hizo que este producto central en las costumbres de alimentación nacional empezara a escasear en los hogares argentinos.

La licenciada en Nutrición Constanza Echavarría, integrante del departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, explicó que "lo ideal" sería que los argentinos ingieran alimentos en forma equilibrada, pero reconoció que esto "en el día a día, es muy difícil de cumplir porque no se come bien".

"Hay un menor consumo de frutas y verduras, pero más de hidratos de carbonos, como el arroz, la polenta y los fideos y de carnes", precisó Echavarría. Sobre ese punto, remarcó que el aporte de los nutrientes que aportan las carnes debe ser también equilibrado entre el pollo, el pescado y la carne roja. La especialista consideró que es posible reducir la cantidad de carne vacuna de la alimentación "siempre y cuando las personas se aseguren que no falte el pollo y el pescado".


Exceso de grasas
Por su parte, Hugo Grancelli, jefe de Cardiología del Instituto Fleni, sostuvo que "sería deseable comer menos carne roja en los sectores donde hay un exceso de ingesta de este tipo de alimentos ya que esta situación de exceso de grasas favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares".

"No hay que suspender la ingesta de carne vacuna, pero habría que ir cambiando los hábitos de la alimentación, por ejemplo privilegiando los ingresos de frutas, verduras y carne de pescado, y tratando de disminuir la carne roja desde el punto de vista saludable", manifestó Grancelli.

Estas recomendaciones para lograr una alimentación saludable conforman el denominado "óvalo nutricional" o la ya conocida "pirámide alimenticia", ambos indicadores de la cantidad de los distintos alimentos que deben ingerirse de acuerdo a su importancia para el organismo.

La forma de lectura del óvalo se traduce de mayor a menor: comienza con los alimentos que más deben estar presentas a la hora de comer y termina con aquellos que hay que dosificar en pequeñas cantidades.

Al principio se encuentra el agua, después le siguen los cereales -arroz, polenta, fideos o pan-, luego siguen las frutas y las verduras crudas de diferentes colores o las cocidas y posteriormente los lácteos: leche, yogur y queso, preferentemente bajos en contenidos grasos.

Después figuran las carnes magras, sea vacuna, el pollo o el pescado; las grasas y aceites y por último los azúcares y los dulces.

Julio Mollerach, especialista de la Unidad de Nutrición del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento, consideró por su parte a la carne vacuna como "casi irremplazable" en la alimentación de los argentinos ya que, según definió, representa "un pilar de nuestra sociedad".

Sin embargo, dijo que "tanto el pollo como el pescado son buenos sustitutos" de la carne roja y mencionó, a modo de ejemplo, que "en Europa son bajos los aportes de carnes rojas y los reemplazan por las carnes blancas o el pescado". (Télam)
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