"Siempre fue muy difícil salir del gueto que dicta Hollywood"

Spike Lee criticó los malos papeles que les dan a actores negros

Spike Lee, el realizador que centró su carrera en mostrar en el cine la marginación que sufre su raza en Estados Unidos, entiende que los Oscar conseguidos por actores negros en los últimos años son una excepción: "Nada ha cambiado, es difícil salir del gueto que dicta Hollywood".

Lee agregó que "es bueno que Denzel Washington haya logrado dos Oscar y haya ganado mucho dinero, y también lo es que se lo llevara Halle Berry o Morgan Freeman, pero son sólo excepciones. Es muy difícil que un actor afroamericano consiga un buen papel porque en Holllywood les destinan roles sólo en películas sobre drogas, hip hop o en comedias. Salir de ese gueto es casi imposible", consideró.

El prolífico director, considerado el Woody Allen negro por su pasión por Nueva York, visitó Madrid para promocionar su último trabajo "Plan oculto", que se estrenará en España el próximo 12 de abril, y en el que, extrañamente en su carrera, utiliza un guión ajeno para narrar el atraco a un banco.

Con los protagónicos de Denzel Washington, Clive Owen, Jodie Foster y Christopher Plummer, el cineasta aceptó hacer este filme por el perfecto engranaje del guión: "No iba buscando hacer una película de atracos", apuntó el autor de filmes como "Malcolm X" o "Haz lo correcto".

Lee se encargó de introducir en dicho guión una serie de detalles de tinte social en una cinta donde priman los diálogos brillantes y hay escasas escenas de acción.

"La mayoría de los elementos sociales son míos, como el haber convertido a los rehenes del robo en un mosaico de las etnias de Nueva York. Algo que hice también detrás de la cámara. Pero todo esto queda al fondo, sin quitar protagonismo al atraco", comentó Lee, quien, a pesar de trabajar en este filme a las órdenes de uno de los productores más potentes de Hollywood, contó con un equipo formado por muchos de sus colaboradores habituales.

Entre esos detalles sociales que añadió Lee está el de un videojuego terriblemente violento con el que se entretiene un niño: "La violencia del cine, la televisión y en estos juegos tiene una influencia terrible sobre los jóvenes", explicó el realizador, quien ha llevado en su país una particular cruzada contra la exaltación de la violencia en las letras de ciertos músicos de rap.

Tanto en "Plan oculto" como en alguno de sus más recientes filmes, como "La última noche", Spike Lee amplió su campo de compromiso, sin ceñirse únicamente a la reivindicación racial. Pero él no cree que eso haya alterado su particular filmografía. "Llevo 20 años en el cine e hice 20 películas. No se me puede analizar sólo por dos o tres de mis últimas obras, sino que hay que ver todo el conjunto", destacó y se negó a hacer un balance de esos 20 años, para decir que su mirada está puesta "en los próximos 20".

Spike Lee consideró que desde los atentados del 11-S, su país vive una penosa situación. "Se gobierna desde el miedo. Todo va de mal en peor, como en Irak, que va a ser peor que Vietnam y donde no se puede ver el final", resaltó siempre con el acostumbrado tono crítico en sus declaraciones.

A pesar de haber sido el pionero de una serie de cineastas afroamericanos que han seguido su lucha, Lee no cree que su obra haya servido para mejorar las cosas: "Los problemas siguen ahí. Una película no va a cambiar nada, sólo puede plantear debates".

Este cineasta independiente, que siempre se ha negado a hacer cine escapista, no cree que los Oscar de este año sean un ejemplo de que en Hollywood se esté haciendo un cine más comprometido. "Hay gente que se lo cree, pero no es así. No veo a los altos ejecutivos planteándoselo. De hecho, el año que viene se verá que todo sigue igual que siempre", concluyó.