|
sábado,
18 de
marzo de
2006 |
Fingió ser rengo para robar a un taxista
Un taxista de 49 años fue asaltado antenoche por un hombre que simuló una discapacidad motriz para no despertar sospechas. La parodia dio resultado ya que al llegar a destino, el falso rengo desplumó al chofer y se retiró caminando sin dificultades. A este robo se sumó otro similar ocurrido horas después, en ese caso perpetrado por una pareja.
Según las fuentes policiales consultadas, el asalto con actuación incluida ocurrió a las 20.30 del jueves en la zona sudeste de Rosario. Ricardo T., un taxista de 49 años, conducía un Chevrolet Corsa por el macrocentro cuando un individuo le hizo señas en la puerta del Hospital Provincial. De acuerdo con lo que pudo observar el conductor, se trataba de un muchacho joven con una evidente dificultad para caminar. El pasajero se acercó rengueando hasta el coche y pidió ser trasladado hasta Uriburu y Grandoli.
El joven le comentó al taxista que no podía caminar bien como consecuencia de un accidente de tránsito reciente, acaso para vencer la posible resistencia del chofer a trasladarlo hasta ese lugar. Al conductor nada le hizo sospechar que se trataba de un ardid y lo llevó al lugar solicitado por el pasajero. Pero al arribar a esa esquina, por Uriburu, el joven exhibió un arma de fuego, obligó al chofer a doblar por Grandoli y lo hizo circular unos cien metros más en dirección al río.
Allí, indicó el vocero policial, "hay unos tapiales de 2 metros y medio de altura por 200 metros de largo donde nunca hay nadie y no circula ningún vehículo". En ese lugar el pasajero se alzó con 50 pesos y documentos personales del chofer, a quien obligó a avanzar otros cien metros hasta la entrada a un Fonavi, donde se fue caminando por un pasillo hasta que el chofer lo perdió de vista. "Ahí se olvidó de renguear. Ya no le hacía falta simular nada", dijo un policía consultado. La denuncia por el robo quedó radicada en la seccional 11ª.
Otro taxista fue asaltado horas más tarde en jurisdicción de la seccional 5ª, en Paraguay y Virasoro. Hasta esa esquina pidió ser trasladada una pareja que subió a un taxi Peugeot 504 que conducía Cristian M., de 34 años. El conductor, que no precisó en qué lugar levantó a los pasajeros, sostuvo ante la policía que el muchacho, "de 1,70 metro de estatura y piel trigueña", vestía "pantalón negro y camisa blanca". La chica, de pelo corto castaño claro, llevaba ropa de jean.
Al llegar al lugar requerido por los clientes, "uno de ellos sacó un elemento que al taxista le pareció que era un arma de fuego", precisaron desde la comisaría 5ª. Con el arma apuntando al chofer, el pasajero le pidió que avanzara una cuadra más donde lo despojó de una suma no precisada de dinero y se bajó corriendo junto a la mujer que lo acompañaba. El chofer advirtió que corrían "por Paraguay hacia el sur". Tiempo más tarde denunció el robo en la seccional, aunque no pudo determinar cuánto dinero le habían sacado.
enviar nota por e-mail
|
|
|