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sábado,
18 de
marzo de
2006 |
Izquierda unida
Córdoba ganó con zurdazos de Petrovelli y Vázquez
¿Si Central Córdoba está haciendo una revolución en esta segunda fase? Tal vez. Pero ese es un interrogante que comenzará a vislumbrarse cuando se consuman varias jornadas más. Aunque por el momento, viene demostrando que hizo un cambio radical en relación a la etapa anterior. Porque si bien anoche no deslumbró, con una cuota de sacrificio producida por sus obreros, pudo obtener el tercer triunfo al hilo y escaló momentáneamente algunos puestos con miras a ingresar en el torneo reducido por un lugar en la promoción de la B Nacional. Esta vez, la víctima fue Los Andes. ¿Cómo llegaron los goles? Por los zurdazos de Ezequiel Petrovelli y Pablo Vázquez, quienes fueron los abanderados del acto que ofrecieron en el Gabino Sosa.
Merced al trabajo mancomunado, los charrúas volvieron a quedarse con tres puntos de oro, aunque quizá, el 2 a 1 no refleja la superioridad local. Pero, conjeturas al margen, lo más rescatable es que Córdoba sigue con el pie derecho en la Primera B.
En cuanto al trámite del encuentro, hay que destacar que Petrovelli y Vázquez se mandaron varias acciones de rebeldía, que terminaron de hacer caer el ordenado régimen de Los Andes en materia defensiva antes de que se cumpliera el primer período.
Es que el volante logró hacer estallar las gargantas de los charrúas con un zurdazo sutil, luego de filtrarse entre los defensores a la salida de un centro de Rochi. Y el goleador derrocó el pasivo mandato de Los Andes, que vino a buscar el punto, con una definición implacable con su botín izquierdo.
Córdoba se mostraba firme. Con un perfil y objetivo definido y un esquema interesante. Pero, paradójicamente, el charrúa se aburguesó unos minutos y sufrió las consecuencias cuando Molinas Ríos descontó antes de ir al descanso.
Si bien es cierto que Giménez le cometió un claro penal a Vázquez que el juez Derevnín ignoró por completo, hay que mencionar que los locales exhibieron algunas falencias defensivas, que de haber sido otro el rival, tal vez no se estaría hablando ahora de una victoria charrúa.
El complemento estuvo de más. Porque Córdoba terminó de erigirse en claro dominador. Incluso tuvo cuatro chances para aumentar, que Vázquez, Conocchiari y Impallari -en dos ocasiones- las dilapidaron. Pero lo más importante, es que la victoria quedó en casa. Como estaba organizado de antemano y pese a tener un orientador conservador.
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