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 sábado, 18 de marzo de 2006  
Guerra y propaganda. La acción llega cuando se desmorona el apoyo a la guera entre los estadounidenses
En EEUU ven a la ofensiva en Irak como una acción publicitaria de Bush
Los medios consideran que la operación "Enjambre" apunta a levantar la moral y mostrar el papel de las tropas iraquíes

Washington/Bagdad. - Mientras la operación "Enjambre" entraba ayer en su segundo día en Irak sin grandes éxitos, en Estados Unidos crecían las críticas contra la ofensiva, considerada como un espectáculo mediático más que como una acción con sentido militar. Luego de tres años de conflicto inacabable, con las muertes de estadounidenses en Irak acercándose al umbral de 5.000 y el apoyo a la guerra en su nivel más bajo, Washington lanza la operación Enjambre. Demasiada casualidad, opinan muchos políticos independientes y analistas.

Los medios estadounidenses se mostraron recelosos ante la publicitada operación contra los rebeldes de la región de Samarra que, en su opinión, presenta más bien una campaña propagandística de la administración Bush que una ofensiva militar eficaz.

Muchos rotativos hablaban de "espectáculo", de una producción estadounidense que tiene un único objetivo: demostrar a la opinión pública los grandes avances realizados por las fuerzas de seguridad iraquíes. La operación contra bases de insurgentes y terroristas sunitas, estos últimos ligados a Al Qaeda, cuenta con la participación de gran número de elementos iraquíes, que actúan en coordinación con los efectivos de EEUU. Las imágenes muchas veces resaltan este carácter mixto de la ofensiva, con un mensaje implícito: los iraquíes están tomando paulatinamente el control de las operaciones militares en su país, lo que pone más cerca el momento de la retirada de las tropas estadounidenses. Bush ha sufrido una caída muy fuerte del apoyo popular al prolongarse la guerra en Irak, que todas las semanas se cobra las vidas de varios jóvenes estadounidenses.


Coincidencia sospechosa
Casi podría decirse que la operación "responde sospechosamente a lo que Estados Unidos desea de Irak", comentó Tom Donnelly, del American Enterprise Institute. Mientras, el conservador y pro Bush Washington Times titula: "Los soldados estadounidenses e iraquíes dejan actuar a sus músculos".

A su vez, los generales retirados partidarios de Bush se esfuerzan por armonizar las exageraciones de la propaganda con la realidad. Porque Enjambre es la mayor operación de tropas aerotransportadas en Irak desde hace tres años, pero no lo es en absoluto respecto al número de soldados y armamento. No tiene comparación, por ejemplo, con las dos ofensivas sobre la ciudad sunita de Falluya, en 2004 y 2005.

La operación llega justo en medio de una campaña publicitaria que Bush comenzó en el marco del aniversario de la guerra para detener la "deserción" en casa y al mismo tiempo enviar muestras de firmeza y ánimo a Irak. Sin embargo, las encuestas publicadas este jueves muestran que sólo un 38% de los ciudadanos sigue pensando que la guerra de Irak "vale la pena", en tanto que para un 60% "Irak va mal".

Partiendo de esta base, Bush debió creer más que conveniente hacer ver a la opinión pública que las tropas iraquíes son cada vez más capaces de liderar la lucha contra los rebeldes y terroristas para comenzar a disminuir así la participación de Estados Unidos, con la mirada puesta en una futura reducción de soldados. Eso es justo lo que busca "Enjambre".

El comandante del cuerpo multinacional en Irak, Peter Chiarelli, describió la actuación de los iraquíes que participan en la operación como "un auténtico enjambre" casi digno de un anuncio publicitario de televisión en plena campaña electoral. Las tropas locales lo han hecho "fenomenal", afirmó.

Puede que realmente haya sucedido así y que los escépticos estén siendo injustos con el gobierno, pero las especulaciones reflejan claramente una cosa: la opinión pública de Estados Unidos demuestra cada vez más desconfianza y cinismo ante la cuestión iraquí. Y eso ya es suficientemente desastroso para Bush.

En tanto, en Irak, nuevos hechos de violencia recordaron lo lejos que queda la pacificación y normalización del país. Un atacante suicida subió a un ómnibus y detonó su cinturón de explosivos, matando al conductor e hiriendo a cuatro pasajeros. La policía halló además tres cuerpos con perforaciones de balas en la cabeza e indicios de tortura en Bagdad, aparentemente parte de la última oleada de violencia entre las dos ramas de los musulmanes, sunitas y shiítas.
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Helicópteros Black Hawk de EEUU en la zona de Samarra.

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