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sábado,
18 de
marzo de
2006 |
Jardinería
Interiores a puro verde
Luis Fuster (ing. agrónomo), Gabriela Rinesi (dis. espacios verdes) y Marcelo Serra (paisajista)
La incorporación de plantas en el interior de la casa constituye una valiosa herramienta para embellecer los ambientes y el objetivo es utilizarlas a los efectos de colaborar con la arquitectura del lugar insinuando sensaciones en el recorrido de una vivienda. Modificando el diseño de plantas en el interior no cambia la estructura del espacio, sí en cambio, la sensación que se percibe. A continuación detallaremos la relación de las plantas con los ambientes.
Recepción: el vestíbulo "detiene" al visitante, si bien no es un lugar íntimo resulta efectivo hacerlo lo más acogedor posible. Generalmente encontramos alguna escalera relacionada a este espacio y podremos asociarla, por ejemplo, a una planta de porte con vegetación secundaria estratificada, lo que resulta una combinación efectiva a la hora de recibir e invitar a entrar. Con condiciones intermedias de iluminación se puede utilizar Ficus nigra o benjamina más Aralias, Aglaonemas o Cissus. Si contamos con mayor tenor de iluminación los Ficus Hawai o Starlight aportarían mayor tonalidad. En un vestíbulo más cerrado, tal vez optando por una palmácea más rústica y de menor tamaño como la Chamaedorea sp podrían obtenerse buenos resultados.
Cocina: en la mayoría de las viviendas se trata de un ambiente alrededor del cual gira la vida doméstica. Suele ser un lugar de estar o de reunión, más aún si está asociada a un comedor. Por su funcionalidad obliga a la conformación de un espacio agradable y luminoso en el que los toques vegetales pueden desempeñar un papel decorativo importante. Basándonos en ambientes con poca limitación lumínica, podemos trabajar con palmáceas del tipo Kentia, plantas de interior como Aralias, Saintpaulias, Neprolepis y Croton sp. Lo importante es poder conformar agrupaciones que combinen su cromática foliar y textura. El aprovechamiento de espacios pequeños para la colocación de especies confiere una interesante nota de alegría que no debería descartarse, sin embargo es conveniente limitar el tamaño de las macetas para generar un traslado sencillo puesto que al ser un lugar de alto manipuleo de utensillos es más probable el daño continuo de hojas que en otros sectores menos transitados. Tampoco conviene exagerar en la densidad porque es un lugar de tráfico de vajilla, electrodomésticos, y personal. La idea es dar "pinceladas" de calidez y entusiasmo. No es recomendable incorporar flores de estación salvo en el caso que las ventanas de la cocina linden directamente con un exterior soleado y cuenten con un generoso alféizar. En este caso, armar módulos de jardineras completas hacia el exterior con Ciclamen, pueden crear un efecto impactante. En algunos casos se establecen dos niveles sobre la mesada principal, utilizando el superior para macetas con plantas y el inferior para elementos menores propios de la cocina (especieros, servilletas y dulces). Si predomina el blanco, asociar tonalidades diversas de verdes es una herramienta sobria y efectiva.
Baño: junto a la cocina, el baño forma el bloque de servicios de la casa y es un lugar que se utiliza frecuentemente. En el caso de tener un baño bien iluminado constituye una ventaja sustancial. Este lugar puede contar con un microclima especial (temperatura y humedad) para determinado número de especies. Se puede generar aún más humedad relativa en forma sencilla, por ejemplo, colocando grava y manteniendo húmeda la base de los maceteros, incorporando un movimiento minúsculo de agua permanente (fuente en movimiento de tamaño reducido) o simplemente adicionar platos bajo las macetas. Algunas variedades de helechos, principalmente los Scindapsus, Hederas, Tradescanthias, Cissus , Cocos wedelliana, Dracenas, algunas Chamaedoreas, Cordilynes y Bromelias, se desempeñan bien en estos ambientes. En algunos casos se incorporan plantas acuáticas y helechos ubicadas dentro de contenedores suspendidos transparentes que permiten visualizar la tierra y raíces creando un efecto visual particular. Tomar un baño de inmersión rodeado de hojas tiene lo que algunos denominan "efecto spa". Las repisas asociadas a la bacha y al espejo constituyen un buen reducto para colocar al menos una planta y otros elementos propios del aseo personal. Colocadas en un lateral del espejo buscando que se reflejen obtendremos un efecto adicional interesante y si se puede adicionar un juego de doble espejo multiplicaremos lo obtenido. Si el espacio del baño es reducido no hay que desechar aunque sea una maceta que aporte algo de verde y vida al lugar. Existen numerosos diseños que contemplan vincular el baño principal con un patio interior que permita ubicar plantas de crecimiento exuberante. Esto se logra adaptando especies y generando un microclima lumínico e hídrico especial.
Dormitorios: en lo posible, sin plantas. Es un lugar de poca circulación, más bien estático, poco utilizado durante el día donde la actividad principal es descansar y opcionalmente vestirse y leer, en consecuencia la atención estará centrada en otra cosa. Si bien pueden ser aptas las condiciones de iluminación, la recomendación es ser mesurado en el uso de plantas en este ambiente. Distinto es el caso cuando en el diseño se vincula al dormitorio con un patio interno iluminado naturalmente, en este caso sería similar a lo mencionado para el baño. Aquí sí dedicar a dar un buen toque paisajístico vistiendo el patio, puede brindar una interesante sensación. La utilización de iluminación artificial nocturna sobre las plantas es particularmente conveniente para realzar la integración de los dos ambientes.
Escritorio: por tratarse de un lugar de estudio y recepción necesitaríamos algo de luz y aquí sí podríamos instalar plantas, mas bien con un criterio moderado, esto es, una o dos especies aprovechando principalmente los rincones libres. Los Ficus, Raphis, Chamaedores costaricanas y Dracaenas funcionan bien.
Living: si la vivienda cuenta con jardín, es propicia la incorporación de especies generando un efecto de continuidad, un hilo conductor del "verde de afuera al verde de adentro". Es un lugar de recepción, relacionado a intercambio, amistad, charla, relax, ideal para compartir con plantas tales como Arecas, Dieffenbachias, Dizygotecas, Impatiens, Chamaedoreas, Aralias, Helechos, Spatiphyllum, Dracenas, Ficus, Kentias y un número importante de especies que se adaptan seguramente al lugar dado que en la mayoría de los casos el living es un lugar luminoso.
Para elegir mejor Antes de comprar plantas, releve las características que tiene cada ambiente de la casa (humedad, temperatura, corriente de aire, exposición solar, tenor de iluminación real). Elija plantas de calidad.
Prestar suma atención a la adaptabilidad de la especie que se va a adquirir. Elegir en función del lugar dónde se va a ubicar, no del atractivo visual que produce.
El manejo de la luz es uno de los factores más importantes. Algunas reglas generales para guiarnos son:
Las plantas que muestran follaje completamente verde toleran con mayor facilidad una iluminación moderada y cuanto más oscuro sea el verde mayor será su capacidad.
Las especies cuyas hojas muestran un modelo variegado, con estriaciones de color blanco o amarillo, requieren mayor iluminación dado que carecen de clorofila (o está enmascarada), por lo tanto no tienen el potencial de alimentación de aquellas totalmente verdes.
Las plantas de interior que presentan hojas de color grisáceo, plateado o bien dentro de las tonalidades del ocre provienen del sotobosque de regiones tropicales, acostumbradas a vivir en ambientes de luz escasa y difusa. Diferente es el requerimiento de herbáceas o arbustivas con follajes grisáceos o plateados como el caso de Lavandas, Cinerarias, Santolinas y Stachys, donde los requerimientos de exposición solar son altos. Las plantas con formaciones pilosas o tomentosa de color blanco o plateado, poseen necesidad de crecer a pleno sol. No confundir, alta iluminación no es exposición al sol, es mucha luz sin acción del sol en forma directa.
Las plantas con follajes variegados o de color rojo o violeta requieren altas tasas de iluminación. Sus tejidos presentan pigmentos (en general antocianinas) que enmascaran a la clorofila y únicamente se manifiestan en presencia de alta iluminación. Si la luz no alcanza, rápidamente la clorofila tomará la supremacía y los colores se tornarán al verde.
Necesidades de luz Tasas de iluminación bajas (equivalente a una habitación normal lejos de las ventanas). La pueden tolerar: Aglaeonemas, algunas palmáceas y helechos, Peperomias, y algunos Philodendron.
Requerimientos medios (equivalente a una habitación normal cerca de las ventanas) : Asparagus, Begonias de follaje, Bromelias, Dracenas, Fatsias, Fittonias, Ficus, Hoyas, Marantas, Pileas, Scindapsus, Tradescantias.
Requerimientos altos (equivalente al alféizar de una ventana con buena luz): Begonias de flor, Poinsettias, Gynuras, Saintpaulias.
Requerimientos muy altos (equivalente al alféizar de una ventana soleada): Calceolaria, Cineraria, Codiaeum, Coleus, Kalanchoe, Gloxinia, Cyclamen, Pelargonium.
Si el ambiente es poco luminoso, genere luz artificial. A veces un par de horas de luz artificial (fluorescentes preferentemente) las beneficia sustancialmente.
Respecto a la temperatura: evitar los cambios bruscos y ventilar los ambientes.
Cuando hablamos de alta humedad, mayormente nos referimos a humedad relativa del ambiente, no necesariamente a la hidratación del pan de tierra. La mayoría de las plantas de interior sufren más por excesos de agua que por defecto.
Cuando hablamos de alta humedad, mayormente nos referimos a humedad relativa del ambiente, no necesariamente a la hidratación del pan de tierra. La mayoría de las plantas de interior sufren más por excesos de agua que por defecto.
Para consultas y más información visite: www.fusteryasociados.com.ar
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