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sábado,
18 de
marzo de
2006 |
Cultura, negocio
y política
Nuestros escritores, artistas plásticos, músicos, actores, poetas, investigadores, científicos, etcétera, sólo han logrado reivindicar su trabajo y su obra en el exterior (mínimo Buenos Aires o el mundo). En nuestra ciudad han sufrido el peor de los ostracismos. Hoy algo ha cambiado. Pero quienes no han cambiado son nuestros políticos, municipales y provinciales, ambos igualados por el peor de los defectos: la cultura, que es algo que no conocen, pero que les sirve como instrumento político. Contratar a Fito Páez para que dé un recital no tiene que ver con la cultura, sino con el pan y el circo, pero evidentemente más con el circo (entretiene). ¿Qué tiene que ver la cultura con la Feria del Libro? Un monumental negocio con tapas para vender libros y casi ningún asesoramiento (como en la feria del año pasado con pasantes que poco o nada tenían que ver con el conocimiento). Pero los que están en el rubro saben que vender significa dividendos que se los sacan a las editoriales y a los gobiernos. Los políticos saben que el negocio de ellos es sacarse fotos, emitir discursos y presentarse ante la sociedad como los defensores de la cultura. Todo vale para competir por la Gobernación. Pero, ¿y los escritores, actores, músicos..., quién los reivindica? ¿Dónde está la acción de promover, acercar, comunicarlos a la gente? Salvo, claro, los del elenco oficial, porque tanto la Municipalidad como la provincia cuentan con elencos oficiales.
Miguel Amado Tomé, LE 6.058.308
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