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domingo,
12 de
marzo de
2006 |
Sólo el triunfo
Córdoba venció a Atlanta pero no convenció
Mauricio Bartoli / Ovación
Todo depende del punto de vista. La victoria de Central Córdoba sobre Atlanta se puede analizar desde distintos ángulos. El charrúa ganó un partido muy cerrado y sumó tres puntos muy importantes, además de cortar una racha de nueve años sin poder ganarle de visitante a los de Villa Crespo. Pero también es cierto que el equipo no pudo mostrar algo de buen juego, aunque hubo algunos atenuantes.
Nada por aquí, nada por allá. La famosa frase de los magos fue la consigna de un primer tiempo que se fue sin nada de magia. Córdoba se plantó bien en el campo e intentó desarrollar un juego firme y aguerrido. Y aunque lo consiguió, eso sólo le alcanzó para irse al descanso sin sobresaltos.
La única jugada de peligro fue un remate de Vázquez que tapó el arquero abajo y terminó en córner. Atlanta tampoco tuvo llegadas muy claras porque sus intentos de ataque carecieron de la profundidad necesaria.
El comienzo del segundo tiempo no trajo muchos cambios. Sin muchas luces de ningún lado, la pelota viajaba por el aire la mayoría del tiempo y rara vez pisaba tierra. En ese contexto fue el charrúa quien mejor se acomodó y el más inteligente para jugar el partido.
Pero a los 60' fue Atlanta el que tuvo, hasta ahí, la situación más clara tras una pared entre Sequeira y el escurridizo Mosquera, que remató de volea e hizo lucir a Fernández con una doble tapada.
Cosas del fútbol, en el momento en el que más le costaba llegar a Córdoba, un centro desde la izquierda encontró solo en el área a Conocchiari, que de cabeza puso el 1 a 0.
Faltaban poco más de 20' para el final del partido y lo lógico era que el local saliera con todo a buscar, por lo menos, el empate, pero no fue así. El triunfo visitante no corrió riesgos y Córdoba se quedó con un partido aburrido en el que las situaciones de peligro se contaban con una mano.
De esta manera, Córdoba, que no vencía de visitante hace seis partidos, ganó tres puntos importantes que le permiten acomodarse arriba y seguir soñando con entrar al reducido. Pero para cumplir otros objetivos es importante que sepa que no siempre alcanza con las buenas intenciones si el buen juego no aparece.
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