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domingo,
12 de
marzo de
2006 |
Sus seguidores
recuperan poder
Belgrado. - El partido de Milosevic ha perdido a su emblemática figura, pero no por eso sale debilitado. Numerosos simpatizantes del antiguo "hombre fuerte" de Yugoslavia se encuentran de nuevo en el poder: en el aparato policial, los medios y el gobierno mismo.
Los socialistas, de los que Milosevic aún era el presidente, se han convertido en la garantía para sostener al jefe del gobierno nacional-conservador Vojislav Kostunica. Las encuestas no descartan que los partidos que formaban la base del régimen de Milosevic vuelvan a obtener la mayoría en las elecciones legislativas, dentro de dos años, fecha que puede adelantarse.
La persona de Milosevic ya no generaba pasiones. La televisión transmitía sus comparecencias en el juicio, pero el tema había ido desapareciendo de los titulares. Al igual que el asesinato de su gran rival, el primer ministro serbio Zoran Djindjic, del que hoy se cumplen tres años. Se cree que sus asesinos son partidarios de Milosevic.
Los jueces serbios no se ocupan del grupo que fue favorecido por Milosevic y que bajo su régimen se enriqueció de forma impresionante. Su mujer, Mirjana Markovic, es buscada con una orden internacional de captura por "abuso de poder", pero es responsable de crímenes mucho más graves. La hija Marija, quien recibió entre otras cosas un canal de televisión, vive tranquila en Montenegro. El hijo Marko, a quien los medios serbios consideran un criminal a gran escala, vive en el exterior -aparentemente en Rusia, la gran aliada del régimen de Milosevic- sin que nadie lo investigue.
Y tras el asesinato mafioso de Djindjic han vuelto al gobierno muchas de las antiguas costumbres. Lo que explica entre otras cosas que el antiguo líder militar de los serbobosnios, Ratko Mladic, siga prófugo pese a la presión internacional para que sea detenido.
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