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 domingo, 12 de marzo de 2006  
Educación
Una vuelta a clases más tranquila

Tanto en la propia casa como en la calle o en la escuela, las medidas de seguridad sirven para reducir los niveles de incertidumbre sin que haga falta un control exagerado. A la vez nos permiten ganar en tranquilidad y salud. La vuelta a clases lleva a repasar cuáles son las formas de minimizar la posibilidad de que ocurran imprevistos en la escuela. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) elaboró una serie de recomendaciones para prevenir los accidentes y los traumas en pediatría. Entre ellas se incluyen medidas específicas para que tengan en cuenta los adultos responsables de la comunidad escolar. Observar estas medidas puede dar una idea de cuán seguro es el edificio.

Las recomendaciones se extienden desde el transporte escolar, la entrada y salida de los niños de la escuela hasta los recreos. El cirujano pediatra Alberto Iñón, miembro de la SAP, presidente de la Asociación de Prevención del Trauma Pediátrico y co-autor del Manual de Prevención de Accidentes de la mencionada sociedad médica, subrayó la importancia de que los padres presten atención al transporte escolar, el estado de los coches y las habilitaciones correspondientes. Recordó cuestiones tales como la inconveniencia de estacionar en doble fila en los horarios de entrada y de salida de la escuela, "especialmente en los establecimientos privados, que es donde más se observa", puntualizó.

Otro de los riesgos más observables, en este caso por exceso, es el de las mochilas y bolsos: "Los que se arrastran-explica- no deben superar el 10% del peso corporal de la persona. Y en el caso de los que se cuelgan, no deben superar el 5%". El cruce de calles a la entrada y a la salida de la escuela con mochilas y bolsos es un momento crítico que, según destacan las recomendaciones del manual, "niños y pequeños no debieran afrontar solos".

Las recomendaciones de seguridad en el edificio escolar, remarca, no deben excluir el diálogo permanente de los docentes con los alumnos acerca de la prevención de accidentes.


Dentro del aula
Umbrales o escalones para entrar al aula, pisos encerados o limpiados con productos siliconados ?evitarlos es una recomendación básica?, alfombras mal adheridas o sin ningún antideslizante, puertas y ventanas de vidrio y persianas exteriores con correa, pueden hacer que el aula no sea un lugar tan seguro desde el punto de vista edilicio.

Las puertas de ingreso que abren hacia adentro pueden hacer que un grupo numeroso quede atascado si corre para salir. En tal caso, será necesario cambiar la posición de las bisagras de modo que abran hacia fuera. En cuanto a la calefacción, en invierno, son especialmente riesgosas las estufas a gas o a querosén en ambientes cerrados, ya que al igual que los braseros, pueden provocar intoxicaciones por los gases que despiden.

Pintar los escalones o umbrales con colores vivos ayuda a que no pasen desapercibidos. La instalación eléctrica debe funcionar perfectamente, debiendo realizarse el control periódico de esta y de todos los elementos eléctricos (llaves de luz, enchufes, estufas). Los enchufes deben estar cubiertos y contar con conexión a tierra. Los pupitres de los niños más pequeños deben ser fijos y no tener partes plegables, ya que pueden causar lesiones en las manos al ser accionados.

El manual elaborado por la SAP resalta la importancia de tener planificada la evacuación en caso de incendio y de contar con extinguidores en buen estado de funcionamiento y colocados en lugares visibles.


Cuidado con los muebles
Lo conveniente es dejar el mayor espacio libre posible para el movimiento de los niños. Existen protectores de goma y de plástico para cubrir bordes o aristas filosos de armarios, mesas o escritorios. Los muebles con estantes pueden ser utilizados por los niños para treparse a lugares altos: deben evitarse también.

Los armarios deben tener buena cerradura, y no se aconseja guardar en ellos elementos peligrosos, salvo en lugares altos a los que los niños no puedan acceder. El botiquín es un elemento que debe guardarse con especial celo y bajo llave. Los frascos de medicamentos deben conservar en él su rótulo original bien legible. Las cortinas, como primera opción, deberían evitarse. A veces esto no es posible, en cuyo caso se debería procurar que sean cortas y que no sean de materiales inflamables. Y desde luego, que se encuentren alejadas de las estufas.

Más información en www.sap.org.ar
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