Inédita experiencia en Buenos Aires

Agricultura de precisión, una nueva forma de arte

Empresas del sector se juntaron con artistas para mostrar las potencialidades de esta tecnología

El trabajo conjunto de artistas y hombres de campo inaugura una nueva forma de arte y pone de manifiesto las potencialidades de la agricultura de precisión y el empleo de nuevas tecnologías en el agro.

Desde el mes de diciembre pasado, los paseos aéreos por sobre la localidad de La Niña, al oeste de la provincia de Buenos Aires presentan un atractivo especial. Es que desde la altura puede contemplarse la muestra de arte agrícola "Fin de zona urbana", una serie de nueve dibujos plasmados en la tierra gracias a un proceso especial de sembrado que combina cultivos de maíz, soja y girasol.

Esta impresionante obra de arte a gran escala es resultado del trabajo conjunto de artistas del Instituto Universitario Nacional de Arte (Iuna) y de distintas empresas dedicadas a la agricultura de precisión.

El proyecto fue ideado por May Borovinsky, docente del Iuna, quien aseguró que "es emocionante ver el boceto que hicimos en un papel de 40 centímetros implantado en la tierra". Los diseños incluyen desde una réplica de la red de subtes de Capital Federal hasta una representación esquemática de la clonación, pasando por piezas de puzzle y demás figuras geométricas claramente divisables desde la altura.


Una empresa rosarina
El proceso que hizo posible que esos dibujos en papel fueran ampliados y replicados en una parcela de 76 hectáreas incluyó la utilización de herramientas tecnológicas de vanguardia. La primera empresa en intervenir fue Geoagro, una compañía rosarina dedicada a brindar soluciones y servicios tecnológicos para el agro.

"Nuestro trabajo consistió en georreferenciar los dibujos: convertimos los diseños en puntos GPS para que cada línea se ubique en una posición específica" comenta Ricardo Peralta, responsable del trabajo.

Luego se cargaron en un GPS los puntos extremos de cada figura y fue la empresa Geomensura, a través de Fernando Biain, la que encaró la demarcación in situ del terreno, tomando como referencia los datos aportados por Geoagro.

Finalmente se sumó la labor del contratista encargado de la siembra, quién también aplicó métodos de agricultura de precisión.

Con el avance del verano, la megaobra fue cambiando de tonalidades y a mediados del mes de marzo comenzará la cosecha del girasol, para posteriormente levantar el maíz y por último la soja. Más allá de los alcances artísticos de la experiencia, su éxito evidencia las posibilidades que las nuevas tecnologías aportan al agro, permitiendo distinguir áreas con características dispares y tratar cada sitio de manera diferencial.

La agricultura de precisión se concibió desde Estados Unidos como un círculo que se retroalimentaba año a año y donde el único objetivo culminaba con la realización de dosis variable de insumos. Se incorporó la idea de utilizar la tecnología de información para adecuar el manejo de suelos y cultivos a la variabilidad natural y/o inducida presente dentro del lote.

Dentro de esta tecnología se cuenta con herramientas claves dentro del sistema, como lo son el GPS y la electrónica, medios para recopilar datos en tiempo real sobre lo que sucede o sucedió en un cultivo.

Según un informe del Proyecto Agricultura de Precisión del Inta, en el período posterior a la devaluación, las empresas desarrolladoras de electrónica, hidráulica y de maquinarias de alta complejidad, iniciaron un proceso de fortalecimiento con resultados positivos enlo que respecta a tecnología de control y automatización de maquinaria agrícola nacional.

Como consecuencia, muchas empresas pymes se fortalecieron en el desarrollo de sistemas de controladores, entre los que figuran los monitores de siembra, registradores de eventos o actividades (registran un mapa de velocidad, día de cosecha y hora del día en que se realiza esa actividad), banderilleros satelitales, y otros.

"Fin de zona urbana", los dibujos en tierra realizados con maíz, soja y girasol.