Un cero en frutas y verduras

La encuesta realizada entre los alumnos del Colegio San Francisco de Asís demostró que, el 30 por ciento no consumía frutas, verduras ni lácteos, y otro 30 por ciento que lo hacía, consumía pero por debajo de las recomendaciones para ese grupo etáreo.

Los datos confirman que el actual ritmo de vida hizo que en muchos hogares se desplacen las deliciosas y nutritivas "recetas de la abuela" por comidas rápidas como hamburguesas, pizzas, panchos y frituras que a la larga pueden derivar en enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión y otros problemas cardiovasculares.

Para aquellos que piensan que alimentarse adecuadamente es sinónimo de comer caro y gastar mucho dinero, Schvartz dice: "Comer caro no necesariamente significa comer bien, y comer barato no significa comer mal".

Los especialistas coinciden en que para prevenir futuros infartos hay que machacar desde temprana edad, momento en que se establecen hábitos alimentarios.