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 domingo, 12 de marzo de 2006  
El ingreso a Medicina

El ingreso irrestricto a las facultades de medicina es una irresponsabilidad que perjudica directamente a la población, al Estado y al futuro médico que se formara en esas condiciones. Al Estado lo perjudica económicamente: cada médico egresado tiene un altísimo costo y más en las condiciones permisivas que rigen, en donde un estudiante puede cursar esta carrera en más de 12 años y rendir mal una materia más de 15 veces. Paradójicamente el Indec nos informa que más de el 60% de la población sólo tiene estudios primarios completos, y el Estado deriva gran parte de sus recursos a los estudios universitarios. Nueva paradoja, el Indec nos informa que sólo el 0,8% de los hijos de padres sin estudios secundarios completos ingresan a la universidad, mientras que sí lo hace el 70% de hijos de padres universitarios. La conclusión es más que evidente: los pobres les están pagando la universidad a los que más tienen. El siguiente perjudicado con esta política es la población, la desmesurada oferta de médicos (el triple de lo que aconseja la OMS para nuestra cantidad de habitantes) genera las condiciones para que los médicos trabajen sin posibilidades de brindar calidad tecnológica ni formación profesional. El último perjudicado es el futuro médico, que no puede ejercer con su título, debe especializarse, y aquí sí tiene cupos de ingresos en todas las especialidades. Si logra especializarse luego intentará ejercer en una población en la que sólo el 48% de los habitantes tiene cobertura en salud, y en contraposición las obras sociales tienen para elegir entre una oferta de médicos que excede seis veces lo aconsejado. El resultado es médicos desocupados o trabajando en condiciones rayanas con la mala praxis. La conclusión es que deberíamos, como todos los Estados responsables, direccionar con cupos los estudios universitarios. Valorar qué tipo de profesionales necesita el país. Derivar recursos que permitan mejorar la educación primaria y media. Por supuesto que tomar estas medidas va contra muchos intereses, pero recordemos que son muy pocos países en el mundo los que no han tomado ingerencia en el tema y se siguen manejando con ingresos irrestrictos. Sin ir más lejos nuestros vecinos Chile, Brasil y Uruguay hace muchos años que se manejan de esta manera y han logrado un nivel de excelencia en sus facultades de medicina como nosotros supimos tener hace muchos años, lo que se refleja luego en la calidad de la atención médica de la población. Paradójicamente también los países del Primer Mundo con muchos más recursos que el nuestro sólo forman los profesionales que necesitan.

Joaquín Paez Allende

DNI 18.490.904


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