Mendoza: cruce a lomo de mula

Con todo éxito finalizó el 8º cruce de los Andes, organizado por la Asociación Cultural Sanmartiniana. De la travesía participaron 101 jinetes de los cuales el treinta por ciento fueron mujeres

La Asociación Cultural Sanmartiniana Cuna de la Bandera llevó adelante con éxito su octavo cruce de los Andes. Durante varias jornadas 101 argentinos recorrieron a lomo de mula más de 190 kilómetros por el paso de Uspallata. Del homenaje al general San Martín participaron expedicionarios de varias provincias argentinas, muchos de ellos rosarinos. Se trata de la mayor expedición civil desde 1817.

La travesía comenzó el 16 de enero en el Campo Histórico "El Plumerillo" en la ciudad de Mendoza, lugar donde el general San Martín alistó a su ejército, y culminó a poco menos de 4.000 metros de altura, a metros del Cristo Redentor, símbolo de la confraternidad entre Argentina y Chile.


Proyecto pedagógico
El cruce de los Andes a lomo de mula es parte de un proyecto pedagógico que tiene por objetivo difundir la vida y obra del general San Martín y sus valores. La institución trabaja a lo largo de todo el año para la concreción de este proyecto, del que participan jóvenes profesionales, entre comunicadores, médicos, abogados y estudiantes, oriundos de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, San Juan, Santa Cruz, Tierra del Fuego, y otros.

"Durante el 2005 se inscribieron a través de la página web cerca de dos mil personas. Los participantes fueron seleccionados mediante entrevistas personales en las que se evaluaron las condiciones y aptitudes físicas, de salud, conocimiento histórico y experiencia con el ganado", dice Pablo Tubío, responsable de prensa de la Asociación.

De los 101 jinetes divididos en 7 patrullas mixtas, un 30% fueron mujeres. La más joven, María Celeste Rodríguez tiene apenas 12 años y el de más avanzada edad, 72. También son parte del grupo seis comunicadores de medios periodísticos provinciales y nacionales, que gracias al soporte tecnológico que les facilita la Asociación y el RIM (Regimiento de Infantería de Montaña 16 "Cazadores de los Andes") transmitieron las experiencias del viaje. Además, participaron veteranos de la Guerra de Malvinas y el padre Jorge Oesterheld, quien se desempeña como vocero del Episcopado Argentino. Durante meses todos se prepararon para tener la posibilidad de recorrer la ruta sanmartiniana y rememorar así parte de la historia nacional.


Apoyo logístico
El viaje sería imposible de realizar sin el apoyo del Ejército Argentino y del Regimiento de Infantería de Montaña 16. Para la travesía se dispuso un importante movimiento de logística, que consistió en seis camiones (entre ellos dos unidades "todo terreno" Unimog), dos colectivos, una ambulancia, un helicóptero, dos motos, 150 mulas y aproximadamente 50 oficiales y suboficiales.

"Los civiles advierten con sorpresa tanta buena voluntad y a partir de ahí, en un ambiente geográfico difícil se da una comunión de ideales y objetivos que se expresan por medio de la camaradería y el respeto", sostiene Víctor Hugo Rodríguez, jefe de la expedición.

"El personal del ejército oficia de guía en la montaña, se hace cargo de la seguridad, se ocupan del trabajo con los animales y la preparación de los fogones, haciendo gala de una fuerte vocación de servicio", agrega este ex combatiente de la Guerra de Malvinas.


Un día en el cruce
"Con dianas cuando apenas se ven los primeros rayos del sol y poco tiempo para la higiene personal y el desayuno en el rancho, marchamos rápidamente para encontrarnos con el ganado y comenzar el ensillado. La misa de campaña y la clases de historia preparadas por los expedicionarios se dan a primera hora del día o al atardecer, cuando llegamos a destino. Almuerzos al paso con las raciones frías son la rutina que nos encuentra en los rincones de la cordillera más encantadores. A lo largo del camino, todas nuestras necesidades son asistidas con la excelente predisposición del ejército. Las marchas se dan en climas distendidos y la camaradería está arraigada en la expedición. Se nota en cada gesto, en cada guiño. Cuando se completa el recorrido planificado y una vez llevados los animales a la mulera, es el momento para lavarnos la cara, tratar de sacudirnos el polvo y empezar a preparar la guitarreada y el fogón. La noche fría nos acompaña y mientras nuestros párpados caen, sentimos el orgullo de haber cumplido y ser parte de esta travesía", relata una expedicionaria.


En la web
La agrupación cuenta con su propio sitio web, (www.crucedelosandes.com.ar) el que hasta la fecha recibió más de 350.000 visitas. La actualización de este espacio fue diaria. De ello se ocupó un equipo de jóvenes integrantes de la asociación. Las fotos de cada día, las crónicas de lo sucedido, relatos de expedicionarios, todo puede encontrarse en la web. Durante el cruce, al menos dos mil personas ingresaron diariamente a la página.

También se recibieron fraternales correos electrónicos de argentinos radicados en el exterior. A la dirección [email protected] llegaron mensajes de países tales como Australia, Indonesia, Japón, Sudáfrica, Francia, Italia, España, Brasil y Estados Unidos.

Para quienes deseen observar detalles de la travesía, el sábado 1º de abril se emitirá un documental en el programa "Fiestas Populares" de Canal 7 Argentina.

La travesía comenzó en el campo histórico El Plumerillo y culminó a poco menos de cuatro mil metros de altura, cerca del Cristo Redentor.