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 domingo, 26 de febrero de 2006  
Don Gerardo, de boyero a productor, pero siempre lector de La Capital
En Firmat, todos saben donde acudir para información del matutino

Silvia Carafa / La Capital

Firmat.-Al igual que la canción dedicada a Rosario, don Gerardo Barreto, quien vive en esta ciudad, asume que tiene un vicio: el diario La Capital. Desde hace 70 años no se pierde una edición pero su suegro aun le lleva la delantera, lo leyó durante 90. Los vecinos acuden a él cuando necesitan alguna información del periódico y todas las mañanas, un pequeño grupo de jubilados llega a su casa para compartir la lectura del matutino.

  "En invierno leemos en el garaje, en verano en la vereda, debajo de los árboles", contó don Gerardo, quien tiene 86 años y una lucidez poco común.

  Tanto él como su esposa, María Bilbao, de 85, llegaron a esta zona desde San Jerónimo Sur hace casi 60 años. Durante tres décadas estuvieron radicados en un campo de Melincué y los últimos 30 años en Firmat.

  "Nunca dejé de leer el diario", dijo don Gerardo, quien fue boyero y ordeñador, siempre por porcentaje hasta tener su propio campo. Comenzó a trabajar a los ocho años cuidando animales y llegó a realizar casi todas las tareas rurales. "Sin importar lo duro que había sido el trabajo del día, todas las noches me ponía a leer el diario con un farol, porque no había luz eléctrica", evocó.

  De los años de su infancia y juventud, recuerda madrugadas de clima riguroso apartando vacas y terneros, y un empeño a toda prueba para superarse. No había muchas oportunidades para estudiar por lo que su escolaridad no pasó de un año. Claro que eso no detuvo su afán autodidacta, y además de las tareas rurales, se convirtió en un experto artesano. Aún hoy, después de la lectura diaria, pasa horas en su taller.

  "Leo La Capital desde que me acuerdo", asegura, y acota que una vez se enojó un poco con el diario. Fue cuando llegó segundo en una carrera de bicicleta en el parque de la Independencia de Rosario. Al día siguiente buscó su nombre entre los triunfadores y no estaba. "Tengo que aclarar que cuando llegué a la meta el ganador ya estaba tomando mate en su casa, será por eso que no figuré", dijo festejando su ocurrencia.

  A través de los años no dejó ningún tema fuera de su interés, aunque las secciones que más frecuenta son las relacionadas con la producción agropecuaria. También le interesa el deporte y la política. "Leo las noticias sobre política y me gusta hacer mi propio análisis", aseguró. Con respecto a su fidelidad al decano de la prensa argentina, Barreto dijo que con La Capital se informa sobre la actualidad de su propia región, "sobre las cosas conocidas y cercanas".

  A la hora de develar el secreto de una vejez activa y saludable, fue categórico: "Dios lo sabe, por mi parte nunca dejé de trabajar, no me preocupan los años, lo que quiero es estar lúcido", comentó entusiasmado mientras mostraba la fotografía de su familia, el día en que celebró los sesenta años de casado.
Cosas del azar
Entre las 7.30 y las 8, Barreto recibe a amigos para leer el diario. Entre ellos, José Sensini y Antonio Cocitto. Con éste último volvió a encontrarse en Firmat después de haber compartido la infancia en San Jerónimo Sur. Pero no es la única coincidencia. También tiene como vecina a Norma, que cuando tenía 13 años era la encargada de guardarle La Capital en el almacén de ramos generales de Melincué
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Fidelidad. Hace setenta años que se informa leyendo todos los días La Capital.


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