Clausuras y amenazas a medios críticos en Filipinas

Tras el intento golpista, el gobierno dispuso el cierre del diario The Daily Tribune. Arrestan a opositores

Manila.- La presidente filipina Gloria Macapagal Arroyo cerró ayer un diario opositor y amenazó a otros medios, un día después de un intento de golpe de Estado en su contra y luego de establecer el estado de emergencia en el país, informaron fuentes de prensa.

Las oficinas del diario The Daily Tribune fueron clausuradas y "15 policías que ingresaron a la fuerza incautaron varios ejemplares de la edición", informó ayer la jefa de redacción del periódico, Ninez Cacho Olivarez.

Por otra parte, la policía capturó a un político de la oposición, Crispín Beltrán, y a dos ex generales de la policías.

En tanto responsables de emisoras radiales y televisivas recibieron el viernes por la noche advertencias de representantes del gobierno de que se abstengan de emitir mensajes que podrían "ayudar o respaldar" a los opositores políticos de la presidenta. Según testigos, en las oficinas de otros dos periódicos fueron apostados policías.


Estado de emergencia
La presidenta declaró el viernes el estado de emergencia en el país después de que, al parecer, varios grupos antigubernamentales intentaran perpetrar un golpe de Estado. Arroyo explicó por televisión que miembros del Ejército planearon derrocarla y establecer "un régimen por fuera de la Constitución". Agregó que "derrotó esas acciones ilegales" y aseguró que tiene la situación bajo control.

El estado de emergencia prohibió las protestas callejeras e incluyó a las manifestaciones por el 20º aniversario de la revuelta popular pacífica que acabó con el régimen de Ferdinand Marcos, el 25 de febrero de 1986.

Sin embargo, la orden llegó tarde y unas 8.000 personas se manifestaron para pedir la dimisión de la presidenta, a la que acusan de organizar un fraude para ganar las elecciones de 2004.

Arroyo denunció que "en los meses pasados, elementos de la oposición política han conspirado con elementos autoritarios de la extrema izquierda y de la extrema derecha para derribar el Gobierno legalmente elegido en mayo de 2004".

La jefa de Estado acusó también a "segmentos de los medios de comunicación" de alentar la conspiración