Explosión. Sólo en Rosario se dictan unas 150 especialidades de los rubros

A Educación le faltan recursos para controlar el crecimiento de los terciarios

La directora de Enseñanza Privada admitió que sólo dos supervisores recorren los 84 institutos que hay en Rosario

Carina Bazzoni / La Capital

De hotelería y gastronomía a selección de granos y oleaginosas, de seguridad laboral a comercio exterior, la oferta educativa de los institutos terciarios particulares es cada vez más amplia. Lo mismo que la cantidad de alumnos que asisten a estos establecimientos. Sin embargo, la capacidad de control del Estado sobre la calidad de las carreras que se ofrecen parece no acompañar esta proliferación de títulos: El Servicio Provincial de Enseñanza Privada (Spep) cuenta con apenas dos supervisores para recorrer los 84 institutos y las 150 especialidades que se ofrecen en Rosario.

Así lo reconoció la propia directora del Spep, María del Carmen Quaglia. "Hay una realidad, el crecimiento de estas carreras es de hace poco tiempo y las supervisoras estaban de antes, cuando los institutos eran apenas 20 y los podían llevar muy bien", aseguró a La Capital.

Basta recorrer las guías que recogen las ofertas educativas de la provincia, revisar las publicidades de los medios de comunicación o husmear en buscadores de internet para comprender la estampida de propuestas que ofrecen "carreras cortas, con rápida salida laboral y títulos oficiales". Pero no todo lo que reluce es oro.

En medio de esta catarata de ofertas, se han detectado institutos que ofrecen títulos oficiales sin estar autorizados para funcionar y escuelas que están habilitadas, pero lanzan carreras sin acreditación. Las consecuencias las sufren los alumnos que, después de años de estudio, sólo acceden a títulos truchos.

El año pasado, el Spep intimó al cierre de uno de estos establecimientos y, en los últimos dos años, tuvo que advertir a otros ocho institutos a que se abstengan de promocionar e inscribir alumnos en cursos que tenían sólo la aprobación en trámite.

A consecuencia de esto, "ahora la oferta está mucho más controlada y no hemos detectado institutos habilitados que publiciten carreras que no estén autorizadas", sostuvo Quaglia.

Aun así, la estructura con que cuenta el Spep no facilita mucho las cosas, porque en el sur de la provincia sólo dos supervisoras tienen que lidiar con unos 80 establecimientos y las 150 carreras que ofrecen. "Para trabajar con más tranquilidad necesitaríamos cuatro o cinco personas más", advirtió la funcionaria.

(Continúa en la página 15)

Desde Enseñanza Privada, Quaglia aseguró que necesita "cuatro o cinco" personas más.