Una nueva generación de empresas crece apostando a las ideas y el estilo

Emprendedores: el camino del diseño

Alfombras, muebles autóctonos y lámparas. Tres casos que encontraron su propia forma de agregar valor

Marcos Cicchirillo / La Capital

Desde su paso por la carrera de administración de empresas, a fines de los 90, Martín Maestri estuvo siempre relacionado con trabajos en informática. Primero con un emprendimiento propio, luego en el área de consultoría en Italia. Seguramente no se imaginó que se transformaría en un fabricante de alfombras de estilo "minimalistas y modernas".

"Siempre me gustó ser cuentapropista, emprendedor", asegura mientras describe cómo surgió el proyecto de fabricar alfombras de lana de llama o algodón provenientes de Río Negro, hiladas bajo normas incaicas en Rosario y teñidas con tinturas naturales, como yerba mate o flores. Todo con el asesoramiento de un ingeniero agrónomo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) que tuvo que ir a buscar cerca del cerro Uritorco.

Con su proyecto Tribalia, Maestri llegó a vender en 2005 el 80% de la producción a través de un estudio de diseño en Milán. "No me fue fácil encontrar mano de obra", señala. Buscó entre tejedoras de la zona sur de la ciudad, pero "muchas tenían demasiados preconceptos" sobre la actividad, dice. "Necesitaba gente con una mentalidad más abierta", estimaba.

Hasta que a un día se presentó un pescador que durante años vivió de lo que atrapaba en el río Paraná. "Ahí me di cuenta, los pescadores hacen todo tipo de nudos: tienen la habilidad necesaria que estaba buscando", dijo que reflexionó en ese momento. Hoy trabajan con él dos ex pescadores y también algunas tejedoras y un ex albañil.

Pero lo que tenía en mente no era fabricar redes para pescar surubíes o dorados sino alfombras con "alto valor agregado" en casas top de diseño interior en Europa. Tenía algunos antecedentes de que funcionaba. En sus años como consultor informático en Italia ya había testeado el mercado vendiendo productos similares, pero de la India y de otras partes de Asia.

Con el canal de comercialización probado, desarrollado los procesos productivos, los recursos humanos necesarios, sólo faltaba la capacitación del personal en el arte de la tradición indígina. Para esto armó un curso de capacitación a medida, junto con Marcela Jurado, que trabaja en museo Castanigno, para readecuar la habilidad de los pescadores y tejedoras hacia los telares manuales.

En la actualidad el proyecto de Maestri es una de las banderas que levanta la ONG Sur Norte Inversión y Desarrollo que conduce Eduardo Remolins como caso emblemático de "emprendedorismo" que busca apuntalar la entidad. Un proyecto al cual hoy están ayudando para echar raíces Santiago de Chile, San Pablo y Buenos Aires.


Especialización
Los "manuales de emprendedores" insisten hace años con la necesidad de la introducción de diseño y valor agregado a los productos. Pero, en general, en Rosario los proyectos que conjugan todos estos factores parecen haber germinado tras la crisis de 2001 y recién ahora se empiezan a ver los resultados.

Un escenario que se nota con mayor fuerza en nichos de mercados como en el que está Maestri: diseño de productos para interiores de casas y oficinas. También existen, entre otros, segmentos como los relacionados con desarrollos de tecnología informática y electrónica.

Emprendedores que apuntan a la especialización en determinados rubros, en los que la rentabilidad no está en la gran escala sino en la diferenciación a través del diseño, la utilización de materiales nativos, y la colocación de parte de su producción en el exterior.

Dentro de la Secretaría de la Producción municipal están trabajando en la articulación de emprendedores-diseñadores con industrias que hasta ahora vienen desarrollando sólo productos estándares.

Algunos de estos emprendimientos se entrecruzan y se retroalimentan. Por ejemplo, los productos de Tribalia en Rosario están expuestos en Forcen, una casa de diseño que participó el año pasado en la "Feria 100% Diseño" en Buenos Aires y fue seleccionada para participar en abril en la Feria de Milán.

Al igual que Maestri, cuatro jóvenes arquitectos y una diseñadora salieron de la facultad y levantaron un estudio con la intención de dibujar, construir y reciclar casas y edificios pero no se imaginaron que su idea original tuviera algún giro. La parálisis del sector hasta pasada la hecatombe delarruista y cuando la construcción empezaba a dar algunos signos vitales de revitalización decidieron concebir su segundo hijo: "Area D6", dedicado a la construcción de sillas, mesas y accesorios de diseño.

Héctor Ribone y Héctor Cámpora, dos de los arquitectos de D6 (los otros integrantes son Fernanda Armanino, Mercedes Macario y Mara Ribone), reconocieron que ese momento vislumbraban que la devaluación les abría de nuevo una puerta al diseño local.

El brusco cambio de los precios relativos hacía imposible seguir importando mobiliarios suntuosos al ritmo que tenía en la convertibilidad, pero admitieron que eso no iba a bastar si querían apuntar a EEUU y Europa. Y le agregaron "lo autóctono" al proyecto: madera que sólo consiguen en Argentina y trabajos terminados a mano.

En un principio pensaron en asociarse con alguna empresa del polo mueblero de Cañada de Gómez pero admiten que encontraron reticencias para encarar un proyecto de "productos de alto valor agregado". Por lo que tuvieron que invertir junto con un carpintero local para la fabricación de sus productos.


Sillas y algo más
Consideran que con la tecnología, capacidad instalada y los canales de comercialización que tiene abierto el sector en el exterior se podría complementar la oferta actual que tienen con productos de diseño para determinados nichos. Se basan en que tuvieron que rechazar algunas ofertas por la falta de escala.

A pesar de este impedimento, el año pasado realizaron su primer venta al exterior. Un disertante estadounidense -que justamente vino a hablar sobre diseño de interiores- recorriendo la muestra realizada por el suplemento "Estilo" de La Capital le gustó y encargó un embarque de sillas para un coqueto restaurante de California.

Tras esa operación tomaron impulso de nuevo para exportar. Area D6 en la actualidad está en tratativas con firmas de Estados Unidos y España para la comercialización de sus productos a través de estudios de arquitectura y diseño ubicados en esos países.

La lista de casos de estas características podría seguir, algunos prometen hacer ruido este año con nuevos proyectos o asociaciones que están en plenas negociaciones.

Hecho a mano. La empresa de alfombras Tribalia exporta el 80% de su producción a Italia.