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domingo,
18 de
diciembre de
2005 |
Escepticismo en el mercado
por el desendeudamiento
Salvador Di Stéfano
La Argentina viene perdiendo fuertemente institucionalidad y esto no es una novedad, pero lo ocurrido con el pago de la totalidad de la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) se inscribe en una violación de poderes.
El gobierno nacional para poder proceder a una decisión de este tipo debe impulsar un proyecto en la Cámara de Diputados y consultar con el Banco Central República Argentina (BCRA) que es claramente independiente por carta orgánica y dependiente en los hechos.
Dejada atrás la independencia de poderes y del BCRA, se observa como el jueves pasado la clase política aplaudía a rabiar el pago al FMI el total del dinero adeudado. Esta clase política es bastante parecida a la que hace cuatro años atrás para esta misma época aplaudía a rabiar la cesación de pagos que proclamaba Adolfo Rodríguez Saa.
Una gran duda que queda es si Rusia, Brasil y Argentina cancelan la totalidad de la deuda con el FMI porque lo desean o es una nueva imposición del propio FMI que prefiere recuperar el dinero invertido y satisfacer las necesidades de los socios mayoritarios, que están cada vez más renuentes en colaborar en la recuperación de los países que cayeron en crisis.
Si en el término de los próximos 180 días también cancela la deuda con el FMI Turquía o Venezuela no cabría la menor duda que es más una medida sistémica impulsado por los países desarrollados que una bravuconada de los presidentes de los países del tercer mundo.
Para Argentina, cancelar la deuda con el FMI significan muchas cosas, por ejemplo que los que deudores de Argentina que no ingresaron al canje difícilmente cobren bajo esta administración.
Hay 8.338 millones de dólares de libre disponibilidad para poder enfrentar la cancelación de deuda con el FMI que asciende a 9.810 millones de dólares. Lo que falta se buscará con un bono que se colocará en Venezuela al gobierno de Chávez o bien en España.
El gobierno dibuja los números como más lo desea, pero omite por ahora que el BCRA, que aportará 8.338 millones de dólares para cancelar deuda tienen deuda con el sistema financiero tomada en Pases, Lebac y Nobac por un total de 31.752 millones de pesos que equivalen a 10.555 millones de dólares. También omite que le aportó al Tesoro nacional aportes transitorios por un total de 14.863 millones de pesos que equivalen a 4.941 millones de dólares.
Como se nota las reservas actuales de Argentina son holgadas pero cerca de 15.000 millones de dólares se deben al mercado o se los prestaron al Estado. Esto dejaría el respaldo de la base monetaria en un nivel muy bajo y vulnerable. Sin embargo el gobierno buscaría incrementar el control de cambios para mantener controladas todas las variables económicas.
El superávit fiscal del Estado es de 2.000 millones de dólares al año, para reponer lo que se le desembolsara al FMI se necesitaran cinco años de presupuestos superavitarios y de este mismo tenor. Los bonos hoy descienden por el desconcierto y mañana subirán por la mayor inflación.
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