|
sábado,
10 de
diciembre de
2005 |
La palabra estuvo de fiesta
Es la VI edición que organiza la Escuela Gurruchaga con la misma idea: aprender a comunicarse mejor
Palabras para amasar, adivinar o aprender se dieron cita en la Escuela Gurruchaga (Crespo y Salta). La reunión fue el miércoles 30, justamente en la VI Fiesta de la Palabra, una idea impulsada por la escuela y en la que alumnos, maestros y padres son los protagonistas.
"¿Querés que te escriba tu nombre?", preguntó Darío un alumno no vidente de la Escuela Braile. Con él estaban Melisa y Haydeé, dos compañeras también convocadas para mostrar otras formas de escritura y lectura. Muy cerca del salón donde se ubicaban, unos chicos ofrecían pan. Antes mostraban cómo era posible "amasar palabras como amor, paz y no violencia".
De la misma manera, distribuidos en distintos salones de la escuela -obligados por el mal tiempo- , otros chicos invitaron a dibujar, escribir y a hasta pensar obras de arte con símbolos matemáticos. Al menos eso es lo que explicaron Julia, Paula, Agustina, Cecilia y Luján cuando dijeron que "los símbolos después de todo representan palabras".
Pero, la invitación a ser parte de la fiesta no se cerró a los alumnos y sus padres. También se sumaron alumnos de medicina que ofrecían información sobre la salud alimentaria, las comunidades toba y colla con datos sobre sus culturas y lenguas, y hasta la Asociación Rosarina de Fútbol y los equipos de Central y Newell's que dieron lugar a la palabra "pasión".
Los más chicos se dieron el gusto y pusieron a prueba a los invitados haciéndolos reconocer cuentos clásicos y por qué no también adivinanzas. Los premios iban desde caramelos y espejitos, hasta palabras escritas a manera de mensajes. Entre ellos, Azul, Malena, Guillermina y Lautaro de 2º año de la EGB se divertían con "Los refranes de mi pueblo".
Como esta VI fiesta se propuso sumar la historia de la ciudad, su cultura y costumbres, no faltó un stand donde los chicos daban clases rápidas de "gasó". Al tiempo que "Vitamina" Sánchez firmaba autógrafos a los simpatizantes. La música no estuvo ausente, entre los invitados asistió el ex trovador Carlos Pino.
"La fiesta tiene un fundamento clave que es la comunicación con el otro, a través de las distintas capacidades que cada uno posea", dice María Dolores Rodríguez, la directora de la Escuela Gurruchaga.
La docente destaca el carácter inclusivo de la actividad -que ya ha sido declarada de interés nacional y municipal por distintos organismos oficiales-, basada en uno de los lemas que mantuvo en pie la Escuela Serena, piloteada por las hermanas Cossettini, de hacer "que la vida entre a la escuela y la escuela vuelva a la vida".
Según recordó la directora, la fiesta terminó con una murga de la palabra y con un desafío:reunir la experiencia en una publicación para que otras la conozcan y la palabra pueda circular.
enviar nota por e-mail
|
|
|