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domingo,
04 de
diciembre de
2005 |
Polémica entre
funcionarios,
empresarios y
economistas
El acuerdo con las grandes cadenas de supermercados para reducir en un 15 por ciento los precios de 250 productos de la canasta básica y la creación de la Liga de Seguimiento, con los intendentes bonaerense a la cabeza, siguieron generando ayer polémica entre los propios funcionarios, empresarios y economistas.
Mientras la ministra de Economía, Felisa Miceli, analizaba con su equipo las líneas a seguir en materia de combate a la inflación, el presidente de la Confederación de Autoservicios, Supermercados y Almacenes, Enrique Salvador, advirtió: "No está muy bien que se encare así el problema".
"Quiero que me digan qué beneficios tendrán los supermercados rebajando el 15 por ciento de los productos", subrayó Salvador, al tiempo que afirmó que "acá hay algo raro y quisiera que los intendentes investiguen ya".
También hay inquietud entre los grandes supermercadistas ya que, tras haber firmado el acuerdo con el gobierno, esperaban recibir apoyo oficial en la negociación con los industriales de la alimentación para que ellos rebajen los precios mayoristas.
En Córdoba, la cámara que nuclea a los supermercados de la provincia expresó su intención de acompañar el acuerdo, pero condicionó su adhesión a que los proveedores también sean parte del entendimiento.
Por su parte, el presidente de la Coordinadora de las Industrias Alimenticias (Copal), Alberto Alvarez Gaiani, la entidad que agrupa a las grandes compañías del sector, optó por el silencio.
En tanto, el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, advirtió: "Por supuesto que habrá sanciones para todos aquellos que no cumplan con los acuerdos". Su par de Vicente López, Enrique García, evaluó que el seguimiento "es un tema muy difícil, porque hubo sistemas que no funcionaron con los controles de precios".
Por su parte, el jefe comunal de Ituzaingó, Alberto Descalzo, explicó que el objetivo de la liga es "encontrar un punto de equilibrio en el que haya racionalidad por parte de los supermercados".
"Así como nos pidieron ayuda para frenar los saqueos de fines de 2001, ahora son los supermercados los que deben colaborar", aseguró Descalzo. A su turno, el economista Miguel Bein alertó: "Las medidas de corte político no dieron resultados. Pueden servir para ganar tiempo y recomponer la oferta en algunos sectores, pero tienen más fuerza en anclar las expectativas".
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