
|
domingo,
04 de
diciembre de
2005 |
Serrat se negó a firmar un autógrafo
A los doce años escuché por primera vez “Lucía”, y lamenté no llamarme así. Gracias a Serrat leí a Machado y Hernández. De ahí en más compré todos los CD y cada vez que vino fui a verlo. Cuando este año me enteré de que venía a Rosario, comencé a ahorrar para comprar una platea. A pesar de que todos vieron el “ocaso” a mí no me importó que desafinara ni que no tuviera voz, ni que deformara sus propias canciones. Pero la desilusión vino cuando después de esperarlo para pedirle un autógrafo de una forma arrogante e imperiosa me lo negó. Señor Serrat: quiero recordar que gracias a mis 100 pesos ahorrados con sacrificio y a los de muchos, usted puede comer sus famosas ostras y beber su champán preferido. Si ya el público le molesta, dedíquese a otra actividad. Su actitud me recordó a “Disculpe el Señor”.
Mónica Sánchez
[email protected]
enviar nota por e-mail
|
|
|