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sábado,
03 de
diciembre de
2005 |
Cae convicto de
Coronda por un
sangriento robo
El presunto cómplice de un delincuente abatido el 12 de noviembre en un asalto a una distribuidora de golosinas de Empalme Graneros fue detenido ayer por la policía. Se trata de un muchacho de 23 años, quien tenía un pedido de captura de la cárcel de Coronda, en razón de no haber regresado al penal tras retirarse con permiso de salida transitoria.
Claudio B., fue arrestado ayer por agentes de la Brigada de Investigaciones en su casa de Cullen al 1300, en la zona más pobre de Empalme Graneros. Los policías llegaron hasta allí por informaciones obtenidas de tareas de inteligencia que sindicaban a Claudio B. como uno de los maleantes que irrumpieron en la distribuidora de golosinas de Génova y Cullen.
El hecho ocurrió el 12 de noviembre, cerca de las 19.50. Dos delincuentes tomaron por asalto el lugar cuando los empleados realizaban el arqueo de caja. Uno de los maleantes le disparó a uno de los trabajadores y el estampido puso en alerta a José Orrego, un ex policía que estaba apostado como vigilador privado. Así comenzó un tiroteo en el que el propio Orrego fue herido y uno de los hampones, Ricardo Ayala, cayó muerto.
Posteriormente, la policía detuvo a Ariel Nievas, un agente de la seccional 21ª como presunto cómplice de la banda. El tercer delincuente logró escapar. Según fuentes de Investigaciones, el sospechoso emigró de Empalme Graneros y al parecer se refugió en Casilda, donde posee familiares. Su regreso al barrio llegó a oídos de los buchones policiales y éstos comunicaron la novedad.
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