El bajo fondo de un género

Daniel Melingo canta sus tangos en la sala Lavardén

Daniel Melingo se presenta hoy, a las 21.30, en la sala Lavardén, Mendoza y Sarmiento, con un recital en el que expondrá gran parte de su reportorio como compositor y cantante de tangos, carrera a la que se ha dedicado en los últimos tiempos. Estará acompañado por un grupo de guitarras, bandoneón, contrabajo y violín dirigido por Ignacio Cabello.

Los tangos de Melingo, que integró el grupo Los Abuelos de la Nada, han sido calificados de "breves, directos y con una cuota de humor y extrañeza".

"Yo trabajo en el rescate de la poesía lunfarda sin un entrevero cerrado en cuanto a su desarrollo y con una importante presencia de las guitarras, que son las que le dan el aire orillero y reo, que es el estilo que a mí me interesa", explicó Melingo al referirse a su interés por el tango, y aclaró que Edmundo RIvero, y su trabajo sobre el lunfardo, fue una gran influencia en su manera de acercarse al dos por cuatro.

Según Melingo la tradición debe ir unida a la evolución: "Para mí -explicó el músico- lo interesante es la aparición de nuevos autores, es abrir la posibilidad de que a partir de jóvenes músicos y letristas el tango tome un cauce nuevo que no reniege ni olvide la rica tradición de más de un siglo que hay en Buenos Aires con la música ciudadana, pero que haga un aporte nuevo, mediante el cual se anime, con respeto y sin prejuicios, a crear", dijo Melingo sobre la novedad de hacer tangos en el siglo XXI.

Melingo se lanzó al tango en 1997, cuando regresó a la Argentina tras haber vivido en España. Entre sus discos de tangos se cuentan "Tangos bajos" y "Ufa", y próximamente "Santa Milonga", que compila temas de los anteriores y será editado en Francia para su distribución en Europa.

Melingo apuesta a la poesía lunfarda