Esta vez, el silo fue demolido en dos segundos

El granero de la cerealera Genaro García cayó ayer por vuelco dirigido, después del intento fallido del martes

El primero del grupo de cuatro silos de la cerealera Genaro García fue finalmente demolido ayer por vuelco dirigido en un par de segundos, luego del fallido intento del martes, en la avenida de la Costa y Suipacha.

A las 10.22 de ayer y en apenas poco más de dos segundos el silo situado más al oeste cayó hacia el poniente y levantó una nube de tierra y material de construcción que superó su altura original, en medio de una nutrida concurrencia de espectadores, muchos munidos de cámaras fotográficas y filmadoras, a diferencia de la soledad de las explosiones del martes.

"La demolición por vuelco programado fue un éxito", informó, exultante, el encargado de la obra, ingeniero Leonardo Jorge, a La Capital, en el obrador.

"El vuelco dirigido, que no es implosión, lo hicimos hoy (por ayer) porque no llegamos ayer (por el jueves) con el trabajo de preparación, que es el más grande y el que lleva más tiempo", explicó el jefe de la obra, después de la brevísima explosión secuenciada que demolió el granero.

Este primer silo es el que habían intentado demoler el martes, cuando se cortó el circuito de detonaciones y no pudieron tirarlo, tal como antes habían hecho con la torre elevadora. "Se cortó un circuito de las explosiones con microrretardo y solamente estallaron entre un 20 y un 25 por ciento de los explosivos", recordó el encargado del riesgoso trabajo.

"La explosión dura dos segundos y parece fácil, pero lo que la gente no ve es todo el trabajo de los dos técnicos en explosivos, diez ayudantes que debilitaron la estructura de hormigón armado y acero de construcción del silo y del grupo de máquinas, que nos lleva alrededor de una semana por cada silo", explicó el jefe del equipo.

"Los silos son cuatro estructuras separadas, es decir que al tirar uno no hay posibilidad de que se caigan los otros tres por efecto dominó. La ubicación de las cargas explosivas es distinta que con respecto a la torre elevadora porque este es un cilindro, que cuando cayó sobre su generatriz liberó una gran cantidad de energía y rompió la estructura de hormigón armado, debajo de la cual habíamos removido la tierra a un metro y medio de profundidad para amortiguar el impacto", abundó Jorge.

"La idea es tirar un silo por semana y que en enero estemos en los silitos de Francia", anticipó, en referencia al conjunto de cuatro graneros sobre el que trabajan y a otro grupo de depósitos más pequeños.

El derrumbre, fase III.