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domingo,
27 de
noviembre de
2005 |
Naturaleza rebelde. El fenómeno encendió el debate sobre el calentamiento
global. Se esperan tiempos tormentosos en 2006
La feroz temporada de huracanes
de este año rompió todos los récords
Katrina, Wilma y Rita dejaron más de mil muertos, seis mil desaparecidos y un millón de personas sin techo
Hans Dahne
Washington. - Más de mil muertos, un millón de personas sin techo y daños por valores millonarios no conocidos hasta ahora: la temporada de huracanes de este año, que finaliza el próximo miércoles, quebró todos los récords. Los meteorólogos consideran que 2005 fue un año fuera de lo común. Nunca antes tuvieron que darle, entre el 1º de junio y el 30 de noviembre, nombre a tantas tormentas tropicales durante la temporada de huracanes.
El huracán Wilma ingresará en los registros anuales como el más fuerte hasta ahora y Katrina como el más destructivo. Y queda Vince: fue el primer huracán desde que se comenzaron a llevar registros en 1851 que se "equivocó" en el Atlántico y finalmente llegó debilitado a las costas de España.
Los meteorólogos imaginaban que este año se iba a formar algo distinto sobre la superficie más cálida del mar. Si bien en una actualización de su pronóstico la oficina meteorológica estadounidense NOAA había afirmado a principios de agosto que iba a haber "una temporada muy activa", la fuerza de la naturaleza sobrepasó todas las previsiones.
Trece huracanes se formaron sobre el Atlántico. Siete de ellos fueron catalogados por el Centro Nacional de Huracanes (CNH) en Miami de categoría 3,4 y 5, con vientos de velocidades de más de 178 kilómetros por hora. En una temporada promedio suelen formarse seis huracanes, de los cuales sólo dos son importantes.
Cuando el huracán Katrina entró con su fuerza destructiva a fines de agosto por los estados norteamericanos de Louisiana y Mississippi, la peor pesadilla se hizo realidad. En total murieron 1.322 personas y 6.644 aún están desaparecidas, según las autoridades. Más de un millón de personas se quedó sin techo.
El destino de decenas de miles de personas en Nueva Orleans, que esperaron ayuda en condiciones inhumanas durante días tras la inundación del 80 por ciento de la ciudad, desató en Estados Unidos una ola de indignación. Hasta hoy día regresaron 60.000 de los alguna vez medio millón de habitantes de la ciudad, según las autoridades.
El verdadero alcance de los daños no se puede dimensionar completamente tres meses después de la tragedia. Las aseguradoras parten de la cifra de al menos 125.000 millones de dólares. Katrina causó más daños que los siguientes doce huracanes juntos, tanto que su nombre ya no aparecerá en las listas de nombres de huracanes.
A pesar de la enorme destrucción, Katrina fue apenas el tercer huracán más fuerte de la temporada. El violento Wilma, que en octubre causó grandes daños en México y Florida, se eternizó como el huracán más fuerte medido hasta ahora. En algunas horas, Wilma se convirtió entre el 18 y el 19 de octubre de tormenta tropical a huracán categoría cinco. En el ojo del huracán había una presión de 882 milibares, la más baja jamás registrada.
Cambios cíclicos
Las tragedias humanas y los grandes daños encendieron en Estados Unidos el debate sobre el calentamiento global. Decenas de estrellas de Hollywood como Tom Hanks, Leonardo DiCaprio o Steve Martin intentaron a mediados de noviembre durante la gala televisiva "Earth to America" llamar la atención de los espectadores sobre la relación entre los gases de efecto invernadero, el calentamiento global y las catástrofes naturales como los huracanes.
Sin embargo, la oficina meteorológica estadounidense afirma que es "altamente improbable" que el calentamiento global haya contribuido a un cambio dramático en el número e intensidad de los huracanes o que lo vaya a hacer. Según la oficina, hay más bien un cambio cíclico entre fases activas y tranquilas que duran décadas. Dado que la fase más activa comenzó en 1995, y puede durar un cuarto de siglo, se prevén tiempos tormentosos también en 2006.
Katrina, Rita y Wilma propagaron este año su terror. Ahora, el Caribe y la costa sur de Estados Unidos tienen un respiro hasta que Alberto, Beryl y Chris abran a partir del 1º de junio la próxima temporada de huracanes. (DPA)
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Katrina causó más daños que los siguientes doce huracanes juntos.
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