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domingo,
27 de
noviembre de
2005 |
Un genio de la guerra
Fue en la maniobra de su ejército donde Napoleón mostró su verdadero genio militar. Desplegaba a sus soldados de tal manera que el enemigo no pudiera desenvolverse fácilmente, pero al mismo tiempo los ponía tan cerca unos de otros, que resultaba fácil reagruparlos en el momento de la batalla. Por otra parte, orientaba a los distintos cuerpos hacia un punto situado detrás del frente enemigo, de forma que al avanzar hacia él envolvían al ejército que tenía delante. De todas formas, la estrategia napoleónica no era excesivamente rígida, pues aunque tenía sus principios, dejaba un porcentaje alto a la imaginación y a la improvisación de acuerdo con las circunstancias concretas y el escenario donde había de desarrollarse la acción. La sorpresa era una de las bazas que le gustaba jugar y para ello tenía que desplegar sus movimientos en secreto.
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