Súper chinos acusan a las grandes cadenas por la inflación

Buenos Aires.- Miguel Angel Calvete, directivo de la Cámara de Supermercados Chinos, admitió hoy que, pese a no hablar de cartelización, las grandes cadenas comerciales tienen “una gran cuota de responsabilidad” en el ajuste que sufren los precios minoristas.

Esta posición no fue compartida por el economista menemista Pablo Rojo, quien aseguró que la inflación “no es culpa de los supermercados, sino de varios desajustes que se comienzan a profundizar dentro de la economía”.

Rojo afirmó que las críticas lanzadas oportunamente por el propio presidente Néstor Kirchner “buscan que las broncas que generan los aumentos de precios no produzcan un costo político para el gobierno, y se deriven hacia los supermercados”.

Por ello, para el economista y otrora presidente del Banco Hipotecario durante la gestión de Carlos Menem consignó que “el gobierno sabe que la inflación no se calma con estos gritos y es una reacción que tiende simplemente a trabajar sobre la opinión pública”.

El representante de los supermercados chinos, Miguel Angel Calvete, aseguró que “lo que se habla sobre la cartelización de las grandes cadenas es que hubo acuerdos de precios para algunos productos y que se adelantaron a la inflación”.

Explicó además que “las consultoras han tomado diferencias de hasta un 20 por ciento entre los precios que presentan las grandes cadenas y los de los productos que comercializan los supermercados barriales, tales como los de origen chino”.

Calvete afirmó que por ello “hay una gran cuota de responsabilidad, no sé si cartelización”.

Entre los motivos que generan inflación, Pablo Rojo mencionó la existencia de “desajustes” que se producen en materia económica, y entre los que citó a “la diferencia entre la capacidad de producción y la demanda”.

“Hay muchos sectores -dijo- que trabajan por arriba de su capacidad productiva y así trasladan el exceso de demanda a sus propios precios”.

En segundo lugar, el economista anotó a la variable costo salarial, ya que estimó que “cuando un salario aumenta por encima de la productividad, se generan más costos que se trasladan a precios”. (DyN)