"Por favor no pongas mi nombre"

Los que trabajan o son habitué como bañistas en el Banquito dicen que Juan Carlos Della Gáspera siempre pone palos en la rueda a quienes amenazan con hacerle competencia comercial. "Esto es su feudo", dijo un señor que pidió, como tantos, que no se publique su nombre.

La familia dueña de Punta Arenas asegura que, hace una década, fueron los primeros en instalar su comercio allí. Pero nadie duda de que Della Gáspera es quien más invirtió en el Banquito y quien posee el negocio más floreciente.

Vladimir, en alusión al zar ruso, abrió hace ocho años. Por esa época, Della Gáspera, recientemente arribado de España y con experiencia en el ramo comercial textil, y su hermano Hugo, metalúrgico, habían llegado para quedarse. Comenzaron con un bar y el alquiler de apenas 50 sombrillas. Hoy, en la playa de 500 metros la gente se solea de a cientos, hay 2 guardavidas, duchas, baños, seguridad privada, boyado y cobertura médica. La reposera sale 3 pesos, la sombrilla 2, una cerveza 6 pesos y un agua mineral de litro y medio, 3,50 pesos.